Estados Unidos superó la semana otra lúgubre cifra relacionada a la pandemia de COVID-19: la de los 30 millones de casos positivos. El país norteamericano llegó a ella en un nuevo contexto adverso, considerando que los casos diarios volvieron a aumentar durante la última semana: un 12 por ciento con respecto a la anterior.
Es por esto que, ante la posibilidad real de que tenga lugar una cuarta ola de casos y muertes a nivel nacional, los CDC (Centros para el Control de Enfermedades por sus siglas en inglés) pidieron a la población que extremen sus precauciones, incluyendo la limitación de los viajes. Esto así porqueaumentan las posibilidades de contraer la enfermedad.
“Estamos viendo más viajes que durante toda la pandemia, incluso en navidad o año nuevo. Creo que la gente está aprovechando lo que consideran que fue una relativa caída en el número de contagios y aprovechando las vacaciones de primavera para viajar”, graficó en una rueda de prensa la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC.
“Voy a reiterar la recomendación de los CDC, que es por el momento limitar los viajes a temas esenciales. No es una nueva regla, sino lo que hemos venido diciendo consistentemente”, agregó Walensky, quien también recordó que el protocolo para quienes efectivamente viajen sigue incluyendo la realización de pruebas de COVID-19 antes y después del trayecto, realizar una cuarentena al regreso y monitorear posibles síntomas por dos semanas.
De acuerdo con estadísticas del Departamento de Seguridad de Transporte, durante todo el mes de marzo los aeropuertos del país han visto un promedio de más de 1 millón de pasajeros al día. Como punto de referencia, el día previo a la declaración de la pandemia, en 2020, el promedio diario de viajeros en aeropuertos de Estados Unidos era de 2 millones de personas. Ese número disminuyó a 90.000 pasajeros diarios en abril del año pasado, un número que se mantuvo relativamente constante con excepción de algunos picos durante las fiestas.
Walensky reiteró la necesidad de adoptar conductas de manera que los efectos del ritmo de vacunación deriven en una caída sostenida de los contagios y muertes: “Con el nivel de vacunación que tenemos, podemos empezar a pensar en un fin de la pandemia, pero ese final estará mucho más lejos si entramos en una nueva ola de contagios masivos”, agregó la funcionaria.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky. Foto: Susan Walsh/Pool via REUTERS
Walensky ha sido enfática a la hora de instar a la población a mantener los cuidados. Durante una conferencia de prensa el lunes dijo tener una sensación de “fatalidad inminente” y que está “asustada”. “Ahora es uno de esos momentos en los que tengo que compartir la verdad y tengo que esperar y confiar en que escuchen. Voy a dejar el guión y voy a reflexionar sobre la sensación recurrente que tengo de fatalidad inminente”, dijo Walensky durante el contacto con los periodistas.
“Tenemos mucho que esperar, muchas promesas y potencial (…) y muchas razones para la esperanza. Pero ahora mismo tengo miedo”, expresó.
Si bien la declaración de la jefa de los CDC no es diferente a las realizadas por los organismos a lo largo de toda la pandemia -incluso durante la administración de Donald Trump- lo curioso es que para estos expertos en salud la situación no ha cambiado ni siquiera para aquellos que ya han recibido su vacuna contra el virus.
“Debido al riesgo de adquirir y propagar el virus durante los viajes, las personas que están completamente inmunizadas también deben seguir las recomendaciones de los CDC antes y después de viajar”, aclaró en un comunicado enviado a la prensa la vocera de los CDC, Caitlin Shockey.
Las autoridades de salud no descartan revisar sus recomendaciones en el futuro, cuando tengan más datos acerca de cómo cambia el panorama sanitario para las personas vacunadas más allá de su reducido riesgo de contagio.