Los dos pastores alemanes pertenecientes al presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden fueron devueltos a la casa de la familia Biden, en Delaware, la semana pasada después de un comportamiento agresivo en la Casa Blanca.
Major, a quien los Biden inicialmente acogieron en 2018 antes de adoptarlo y es el primer perro de rescate que vive en la Casa Blanca, tuvo un ‘incidente de mordedura’ con un miembro de seguridad que resultó con una lesión menor, que fue manejada por una unidad médica sin necesidad de más tratamiento.
Y en solidaridad, porque son una pareja unida, o porque es una de esas situaciones en las que se culpa a ambos perros por una acción; el otro perro, Champ, también fue enviado al hogar del presidente.
Los canes se mudaron con la pareja presidencial a la Casa Blanca poco después de que ellos llegaran a Washington y, desde entonces, se les ha permitido deambular desatados por los jardines, hasta aparecen en fotos dentro de la Oficina Oval que comparte Joe a través de sus redes sociales.
Not many people have Oval Office walk-in privileges. Happy to report that these two are on the list. pic.twitter.com/DRfr9hMsyW
— President Biden (@POTUS) February 23, 2021
No estaba claro de inmediato cuándo o si se permitiría que los perros regresaran, pero Jen Psaki, secretaria de prensa de los Biden, mencionó a medios estadounidenses como CNN, que volverían pronto.
“Los perros regresarán pronto a la Casa Blanca después de pasar tiempo con un cuidador en la casa familia”, dijo Psaki a los periodistas en la Casa Blanca.