Los casos de terrorismo doméstico que el Buró Federal de Investigación (FBI, en inglés) investiga en EE.UU. han llegado hasta 2.000 en los últimos meses, afirmó este martes el director de esa agencia, Christopher Wray.
‘Hemos aumentado el número de investigaciones sobre terrorismo doméstico de alrededor de 1.000 cuando llegué aquí, hasta más o menos 1.400 a finales del año pasado, a unas 2.000 actualmente’, declaró Wray, que ocupa el puesto desde 2017, en una comparecencia ante el Comité Judicial del Senado, que investiga el asalto del pasado 6 de enero al Capitolio de EE.UU.
Wray, que fue nominado por el expresidente Donald Trump, brindó detalles sobre las pesquisas que el FBI desarrolla sobre los hechos en el Capitolio.
El pasado 6 de enero, cientos de seguidores de Trump irrumpieron en la sede del Congreso cuando se celebraba una sesión conjunta de las dos cámaras para ratificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales, en un asalto que acabó con cinco muertos.
Es un comportamiento que nosotros, el FBI, consideramos terrorismo doméstico’, dijo Wray.
‘El 6 de enero -sostuvo- no fue un evento aislado. El problema es que el terrorismo doméstico ha estado haciendo metástasis en todo el país durante mucho tiempo y no va a desaparecer pronto’.
Wray confirmó que hasta el momento 270 personas han sido detenidas como parte de la investigación de esos sucesos, aunque elevó esa cifra a 300 si se incluyen los arrestos de sus cómplices.
El jefe del FBI descartó, además, la presencia de infiltrados de organizaciones de izquierda o anarquistas en los hechos de violencia de enero pasado, como ha apuntado el entorno de Trump.
‘Hasta la fecha no hemos visto ninguna prueba de violencia anarquista, extremistas o de gente adherida a Antifa (movimiento de corte anarquista) en conexión con el día 6 (de enero)’, aseguró Wray.
A raíz del asalto al Capitolio, Trump enfrentó su segundo juicio político ante el Senado, del que fue absuelto el pasado 13 de febrero, y donde su defensa sostuvo sin aportar pruebas que Antifa estuvo detrás de la irrupción en la sede del Congreso.
Por otro lado, Wray habló del ‘extremismo por motivos raciales’ y señaló que la cifra de investigaciones y de detenciones también ‘ha crecido significativamente’ durante su mandato.
‘El número de detenciones, por ejemplo, de extremistas violentos por motivos raciales, que son lo que se podría clasificar como supremacistas blancos, fue el año pasado casi el triple que en mi primer año como director’, comentó.