La gente está al grito con los aumentos en los combustibles – para esta semana 9 y 9.50 pesos – y no entiende porque no se reflejaron las reducciones en los precios del petróleo durante la pandemia, quizás parte de la culpa la tenga el Ministro Ito Bisono por haber prometido – por desconocimiento creo – lo que le era imposible de cumplir y por eso vuelven las recurrentes solicitudes de revisión de la Ley 112-00 sin que nadie proponga una mejor.
El mentor de esta Ley – que sigue siendo buena – fue el senador Albuquerque, su objeto que era básicamente tributario para el pago de la deuda externa, ha sido cumplido a cabalidad no obstante que la deuda es más de 20 veces mayor.
Me correspondió hacer el Reglamento de aplicación que permitió a los dominicanos participar en la distribución y en la importación de manera libre pasando de las cuatro distribuidoras extranjeras tradicionales a la inclusión de dos nacionales Nativa y Propagas, a cerca de 40, todas nacionales – de combustibles líquidos -. Ahora esas distribuidoras tienen más de 1,304 estaciones. Las 34 distribuidoras de GLP pasaron a casi 100 de GLP, con 1,364 bombas: La desproporción es absurda y afecta la eficacia y la rentabilidad, tanto, que es una presión continua sobre los márgenes de comercialización, que ya son excesivos: Es un legado ominoso de la anterior gestión.
En el transcurso de los 20 años de aplicación de la ley, las cargas impositivas como el ad valorem han llegado a constituir el 84% del valor del producto, sin incluir los márgenes de los intermediarios que representan otro 39%, sin las cargas ilegales, dictadas por resolución, por eso los precios se han vuelto inelásticos y responden poco al mercado internacional: Eso no es culpa de la Ley 112-00, sino de las posteriores.
Por ejemplo un galón de gasolina premiun cuesta importarla RD$ 105.48, habiendo cubierto todos los gastos y algunos gravámenes, pero a eso se suman RD$ 88.73 en impuestos y RD$ 41.59 en márgenes, partidas que representan el 147.07% del precio de importación y el 60% del precio de venta.
Esta carga excesiva a las gasolinas han trasladado el crecimiento del consumo al GLP, inicialmente no grabado y al gasoil, poco gravado: En este último caso, un contrabando atroz a través de los permisos del MIC, afecta negativamente a las estaciones, especialmente por la venta irregular de gas oil exonerado, que el Presidente Abinader debe ordenar que se revise, pues son miles de millones de pesos que se extraen del erario ilícitamente.
Hay “generadores” con exoneración que hace 15 años no encienden una planta y el combustible lo venden en el mercado quedándose con el importe de los impuestos en detrimento de los que operan lícitamente.
Esa y otras situaciones han afectado la rentabilidad de las estaciones de venta de combustibles, que sin embargo, en sentido general, siguen siendo de calidad, tanta que en muchas se han anidado servicios bancarios, de comidas, de bebida y de otra naturaleza convirtiéndolas en centros de comercio, lo que desde luego atrae a los ladrones pues van allí los poseedores de vehículos que no usan GLP y cuyos propietarios son de clase media o alta.
La reactivación de las actividades económicas reanima las delincuenciales y están de moda en las estaciones, como en los restaurantes, la clonación de tarjetas de crédito: No aparte sus ojos de ellas. También los bomberos que roban al poner el combustible, vea siempre su pantalla.
El área de Boca Chica y la Caleta, con la salida hacia Samana, figuran entre las preferidas para robar los autos de las personas que los estacional – fuera de su vista – para entrar a los food shops a realizar compras de bebidas y alimentos: Según imágenes grabadas que he podido ver la operación se realiza en menos de un minuto, llega un encapuchado – ahora en todo caso las mascarillas ayudan – que se baja de un vehículo o motor, abre el auto del desprevenido, sustrae lo que roba y se marcha. Pobre de quien no solo pierde sus bienes, sino sus documentos: Según la información reunida, sólo Texaco ha tomado medidas.
En este sector, la Policía Nacional mantiene un destacamento con un coronel al frente quien tiene bajo su mando… un solo Agente: Miles de policías hacen de choferes, guardaespaldas, cocineros, llevan carteras de damas… y, el coronel de ese destacamento – y de otros – carece de agentes para las indagatorias.
Otro mal de moda es, por falta de entrenamiento – que en algunas estaciones los “bomberos”, infelices que ni saben leer, ponen combustible equivocado: Gasolina en vehículos de gasoil, por ejemplo. Eso me sucedió en la Estación Sunny de Casa de Campo y, luego, no responden por los daños.
