Este viernes, el Gobierno colombiano hará el lanzamiento oficial de un comando élite para combatir a los narcotraficantes, a las disidencias de grupos armados y la guerrilla quienes, según Bogotá, operan desde Venezuela, con la protección de sus autoridades.
El Comando Especializado contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales forma parte del Ejército y entrará en operaciones en mayo. Su finalidad es enfrentar a las organizaciones criminales y de narcotráfico como el Clan del Golfo, a los miembros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Durante el anuncio de su lanzamiento, el pasado 7 de febrero, el presidente colombiano, Iván Duque, manifestó que estos grupos armados ilegales «encontraron refugio» en el país vecino, con el que comparte 2.219 kilómetros de frontera. «Claramente en Venezuela muchos de ellos están protegidos porque el Cartel de los Soles está al lado de Nicolás Maduro, está haciendo operaciones de narcotráfico», afirmó.
Ante estos señalamientos recurrentes, Caracas ha negado la veracidad de las acusaciones de Bogotá y ha responsabilizado a Duque de financiar y albergar en su país campamentos de paramilitares, manejados por opositores venezolanos, que son entrenados para desarrollar planes conspirativos contra Venezuela, que contemplan el asesinato de Maduro.
¿Cuál es el alcance del comando élite?
Al hablar sobre el alcance del nuevo comando transnacional, el mandatario colombiano no fue específico y dijo que «dondequiera que estén los criminales, tiene que llegar la justicia».
Además, adelantó que activará un sistema de colaboración y recompensas para que quienes estén en Venezuela brinden información que «permita la captura efectiva de esos sinvergüenzas».
Las autoridades colombianas han afirmado reiteradamente que el país vecino es la «retaguardia estratégica» de los grupos armados organizados y que allí se esconden 1.400 miembros del ELN y de las FARC.
En 2019, cuando Colombia presentó la primera prueba que respaldan sus acusaciones contra Caracas, Duque sufrió un revés. En su intervención en la 74.ª sesión de la Asamblea General de la ONU, el presidente colombiano presentó un informe con un conjunto de fotos que señalaban la presunta existencia de campamentos guerrilleros en tierras venezolanos, que resultó tener imágenes hechas en su país.
La respuesta de Caracas
La creación de este comando élite, cuyo alcance no se ha definido, es considerado por Venezuela como una amenaza y su Gobierno ha dicho que responderá de manera contundente si toca «un milímetro» de ese territorio.
Al respecto, Maduro anunció que le había ordenado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) «que limpie los cañones de los fusiles» para contestarle a Colombia, en el plano que haya qué hacerlo, «si se atreve a violar la soberanía de Venezuela».
Como ya lo ha dicho en otras oportunidades, Maduro considera que su homólogo «está obsesionado en su odio» contra Venezuela y sostiene que la creación del comando es parte de una estrategia para agredir a Venezuela, acusándola de «proteger» a narcotraficantes.
El mandatario advirtió que la inteligencia venezolana está atenta a los presuntos planes que involucran a militares de Colombia en ataques contra su país.
Venezuela rompió relaciones con Colombia tras el reconocimiento y apoyo de Duque al exdiputado opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó «presidente encargado» en 2019. Desde ese momento, ha habido declaraciones cruzadas entre los dos mandatarios y acciones de Colombia junto a otros países de la región para desconocer la legitimidad de Maduro.
Además, el Gobierno venezolano ha informado sobre la desarticulación de planes desestabilizadores organizados desde Bogotá, entre ellos la fallida incursión marítima, que contó con la supuesta anuencia de Duque, según las confesiones de los involucrados que ya fueron judicializados.
Del mismo modo, Maduro responsabilizado a Duque de estar detrás del atentado frustrado en su contra, en 2018, y de preparar otros para atentar contra él y otras autoridades con la ayuda de los sectores más radicales de la oposición venezolana, según informaciones que le habrían revelado fuentes de inteligencia colombiana.