Elon Musk y Jeff Bezos han invertido miles de millones de dólares en viajes espaciales privados con el objetivo de fundar colonias fuera de la atmósfera de la Tierra. Sin embargo, a diferencia del director ejecutivo saliente de Amazon y el jefe de Tesla, Bill Gates no está tan interesado en llevar humanos al espacio.
El fundador de Microsoft, cuya fortuna actualmente está valorada en más de 130.000 millones de dólares según el Índice de multimillonarios de Bloomberg, explicó en el podcast ‘Sway’ de The New York Times por qué no participa en la carrera espacial y se centra más en los desafíos en la Tierra.
«No, no soy marciano», señaló el fundador de Microsoft, marcando diferencia con Musk. «No creo que los cohetes sean la solución. Pero tal vez me esté perdiendo algo».
Gates aseguró que prefiere usar su dinero y sus fondos directamente para resolver los mayores problemas de la humanidad.
«No voy a pagar mucho dinero [en la carrera espacial] porque mi fundación puede comprar vacunas contra el sarampión y salvar vidas por 1.000 dólares. No importa lo que haga, siempre pienso, ‘está bien, podría gastar estos 1.000 dólares comprando una vacuna contra el sarampión'», afirmó el filántropo que ha donado miles de millones de dólares para la lucha contra enfermedades mortales.
El empresario apuntó que debemos centrarnos en algunos de los aspectos más importantes del cambio climático aquí en la Tierra. En ese sentido, destacó que empresas como Tesla están haciendo un gran trabajo en «cosas fáciles, como automóviles de pasajeros».
«Es importante decir que lo que Elon [Musk] ha hecho con Tesla es una de las mayores contribuciones al cambio climático que jamás se haya hecho. Subestimar a Elon [Musk] no es una buena idea», aseveró Gates.
Sin embargo, recalcó que debemos abordar otras industrias más grandes para marcar una mayor diferencia en el cambio climático.
«Básicamente, no estamos haciendo lo suficiente en las cosas difíciles: acero, cemento, carne. Y, lamentablemente, las cosas en las que piensa la gente: la electricidad, los automóviles de pasajeros, son un tercio del problema. Entonces tenemos que trabajar en los dos tercios», concluyó el multimillonario.