Para los jugadores, ganar la Serie del Caribe es más que agregar un cetro más en su trayectoria.
Antes de salir del país los peloteros tienen garantizado cobrar una quincena del salario que devengan durante la temporada otoño-invernal. Un dinero insignificante para peloteros como Robinson Canó, Carlos Martínez, Juan Lagares, Jonathan Villar o Johan Camargo, pero importante para otros que ni jugaron en el verano de 2020 a causa de la pandemia y todavía no tienen empleo.
Por llevarse la corona en Mazatlán, los integrantes del equipo dominicano recibieron un pago de US$120,000, un dinero que es repartido entre los jugadores y el cuerpo técnico. Los puertorriqueños Criollos de Caguas cobraron US$80,000.
También se entrega US$5,000 al Jugador Más Valioso, que recayó en Juan Lagares, y al campeón de bateo. El mejor lanzador derecho y mejor zurdo reciben US$2,500, cada uno.
En el caso de que los equipos Caimanes de Barranquilla y Federales de Chiriquí, de Colombia y Panamá, respectivamente, hubiesen llegado a la final, esos US$200,000 se hubiesen repartido entre los ocupantes del tercero y cuarto lugar de México, Puerto Rico, Venezuela o República Dominicana, ya que estos cuatro son miembros de la Confederación del Caribe (CBPC), mientras que cafeteros y canaleros son invitados.
Lejos de MLB
A los Dodgers de Los Ángeles correspondieron US$35 millones por ganar la más reciente Serie Mundial. Cada miembro del club recibió una media de US$440,910, mientras que al subcampeón Tampa Bay Rays correspondieron US$24 millones o lo mismo que US$259,722 por cabeza.
Los Azulejos de Toronto y Medias Blancas de Chicago, que perdieron en la primera ronda del partido por el wild card, recibieron US$1,4 millones o US$20,500 por jugador.