Un grupo de legisladores demócratas está preparando un proyecto de ley para cumplir con la propuesta del presidente, Joe Biden, de expandir las ayudas fiscales por hijos menores de 18 años, dijeron varios funcionarios familiarizadas con las negociaciones internas a The Washington Post, bajo condición de anonimato.
El plan que preparan los demócratas haría que el Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés) beneficie mediante pagos mensuales a decenas de millones de familias en Estados Unidos de bajos recursos que tienen niños.
De acuerdo con la propuesta demócrata, que se enmarca dentro de los planes de Biden para atajar la pobreza infantil, el IRS depositaría cheques de $300 dólares mensuales por cada niño menor de 6 años, así como cheques de $250 por cada niño entre 6 y 17 años. Estos pagos equivaldrían a un total de $3,600 dólares en un año en el caso de los niños más pequeños y de $3,000 al año para los mayores de 6 años y hasta 17.
No está claro cuándo los legisladores harían pública la propuesta de ley.
El programa de créditos tributarios por hijos menores de edad ya existe y se conoce como Child Tax Credit (CTC). Este proporciona un crédito de hasta $2,000 dólares anuales por cada niño menor de 17 años, que se cobra una vez al año, en el momento de declarar impuestos.
La propuesta de Biden consiste en aumentar este monto hasta un máximo de $3,600 dólares anuales, y enviarlo a las familias elegibles en pagos mes por mes, en lugar de hacer esperar a las personas un año entero por un pago único.
Bajo su plan, las familias recibirían los beneficios incluso si le deben al Gobierno en impuestos más dinero del valor que representa este crédito.
Similar a como sucedió con los cheques de estímulo, el IRS enviaría cheques directamente a las familias. Los legisladores también quieren que las familias puedan decidir si reciben los pagos de forma mensual o anual.
Los funcionarios que hablaron con el Post dijeron que los legisladores demócratas planean, bajo la orientación de la nueva Administración, convertir estos beneficios infantiles en un programa gubernamental permanente con vistas al futuro, aunque la propuesta actual solo busca aprobar el programa por un año, para luego ejercer presión para que el Congreso lo extienda.
Aún no está claro qué cantidad de dinero deben ganar las familias con hijos menores para ser elegibles para los pagos mensuales.
Se espera que los congresistas republicanos se opongan a este proyecto de ley, argumentando el alto costo que tendría para el bolsillo del Gobierno. Tras las elecciones, los demócratas retomaron el control del Senado, pero la cantidad de senadores está dividida 50-50, por lo que medidas como esta necesitarían el apoyo de los 50 senadores demócratas, más 10 republicanos, a fin de evitar el mecanismo de filibusterismo para frenar las propuestas.
Los expertos en finanzas advierten que el plan de Biden sería costoso para el Gobierno, pues aumentaría el déficit federal en hasta $120,000 millones de dólares en solo un año. El beneficio es que podría frenar la pobreza infantil en el país en más del 50%, según estudios de la Universidad de Columbia citados por el diario.
Estados Unidos es uno de los países desarrollados que menos gasta en beneficios infantiles dentro de su economía. Solo unas pocas naciones industrializadas, como Rumania y Chile, se ubican detrás de Estados Unidos en términos de medidas para frenar la pobreza infantil.
Desde que se postuló a la presidencia, Joe Biden prometió luchar contra la pobreza infantil. Su propuesta de expandir los créditos tributarios por hijos menores ha sido calificada como una de las medidas económicas más progresistas de las últimas décadas en la política estadounidense.
Esta propuesta está incluida en su propuesta legislativa de 1.9 billones de dólares como rescate económico para responder al golpe de la pandemia de coronavirus. Su plan también incluye un cheque de 1,400 dólares, que sumado al estímulo directo de 600 dólares aprobado el pasado 28 de diciembre asciende a un total de 2,000.
También contempla un aumento temporal de los beneficios por desempleo y una extensión de la moratoria sobre los desalojos y ejecuciones hipotecarias hasta septiembre, así como el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora y otras medidas.
Con información de The Washington Post