Rodeada de agentes de la Policía y del Ejército Nacional se encontraba la mañana de este jueves la Basílica de Higüey, que por primera vez en 50 años no recibirá la acostumbrada congregación de personas para celebrar el Día de la Altagracia.
Debido al aumento de casos de personas infectadas de COVID-19 en el territorio nacional, las actividades para la celebración del Día de la Altagracia fueron suspendidas.
En los alrededores de la Basílica varias personas estaban a la espera de poder entrar a las inmediaciones del templo, acción que es imposible debido a que las puertas se encuentran cerradas y agentes policiales se encuentran en ella para evitar que las personas se aglomeren.