En la lista de prioridades del presidente Joe Biden, el coronavirus se coloca en primera posición, por ello, el demócrata implementará la Estrategia Nacional para la Respuesta al COVID-19, además de una guía para comenzar a volver a la normalidad.
Las comunidades de color, incluidos latinos y afroamericanos, son prioridad en la mayoría de las decisiones, incluidas acciones de detección, tratamientos, vacunación y guías en colegios y para trabajadores esenciales.
Para ello, el demócrata firmará 10 órdenes ejecutivas —adicionales a su plan de 100 días para utilizar máscara en espacios públicos— y otras directrices enfocadas en la ampliación de pruebas, la mejor administración de vacunas, la atención en los grupos más afectados, como latinos y afroamericanos, así como la estrategia de reapertura de escuelas y negocios.
Sobre el suministro de vacunas, en una conferencia telefónica oficiales de la nueva administración dijeron que esperarán que el Congreso destine más fondos para ampliar la cobertura. Reconocieron que al momento es insuficiente. Tampoco conocen la ruta crítica sobre la implementación de esa medida.
El nuevo gobierno tampoco conoce cuál es la proyección en la producción de vacunas, en respuesta a pregunta de periodistas sobre la inmunización de Pfizer y Moderna.
Sobre una posible reorientación del plan de vacunas, para enfocarse a los grupos raciales y étnicos más afectados, la Administración Biden indicó que seguirán los lineamientos de los expertos.
La prioridad de la Administración Biden es proveer de equipo y material suficientes a las clínicas y hospitales, pero que esto ocurra en forma equitativa en todo el país.
“Para garantizar que estos suministros críticos lleguen de manera equitativa a las comunidades estadounidenses, especialmente a las comunidades de color y otras comunidades desatendidas”, indica el plan.
Pide acelerar la producción de los equipos, incluidas mascarillas N95, batas de aislamiento, guantes de nitrilo, hisopos de recolección de muestras de PCR, reactivos de prueba, puntas de pipeta, máquinas de análisis de laboratorio para pruebas de PCR, hisopos de espuma de alta absorbencia, kits de pruebas rápidas, entre otras.
También ordena a la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) asegurar esa distribución de recursos.
Otra de las órdenes permitirá el incremento de la capacidad laboral de salud pública, para asegurar la detección de coronavirus en colegios, así como en las comunidades más desatendidas.
Una decisión adicional complementaría la anterior, pero con el tratamiento con especial enfoque en personas con discapacidad, así como atender a pacientes que enfrenten consecuencias del COVID-19 y medicamentos para quienes no tienen cobertura médica.
La administración Biden busca proporcionar más clara y fidedigna sobre la pandemia en el país, incluidos contagios –que ya casi alcanzan los 25 millones– y personas fallecidas, que ya superan las 400,000.
Las escuelas
Los Departamentos de Educación y Salud y Servicios Humanos (HHS) crearán nuevas guías que brinden “orientación sobre la reapertura y operación seguras para escuelas, proveedores de cuidado infantil e instituciones de educación superior”, indica el adelanto.
El plan se coordinará con gobiernos estatales y locales, así como sindicatos y organizaciones escolares. Su impacto considerará a “los estudiantes de familias con bajos ingresos, estudiantes de color, estudiantes de inglés, estudiantes con discapacidades”, se acota.
Un elemento adicional es la petición a la Comisión Federal de Comunicaciones para aumentar las opciones de conectividad para los estudiantes que carecen de banda ancha en sus viviendad, a fin de que puedan tomar clases en forma remota.
Los trabajadores
La estrategia del presidente Biden también contempla a los trabajadores esenciales.
“Millones de estadounidenses, muchos de los cuales son personas de color, inmigrantes y trabajadores con salarios bajos, continúan arriesgando sus vidas para que el país siga funcionando durante la pandemia”, reconoce.
Su orden pide a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) que publique una guía para que los empleadores ayuden a mantener a los trabajadores a salvo de la exposición al COVID-19.
“La orden instruye a las agencias a explorar formas de proteger a los trabajadores que no siempre están cubiertos por las normas de OSHA, como los que trabajan por cuenta propia”, afirma.
Otra orden ejecutiva busca mejorar las guías para viajeros, además de requerir una prueba negativa a COVID-19 a quienes ingresen al país. La medida también liberará lineamientos sobre viajes terrestres y traslados en avión en el país.
Las órdenes y directrices
- Fabricar y entregar suministros para vacunación, pruebas y equipo de protección personal (PPE)
- Reembolsar a los estados para que puedan desplegar el personal de emergencia y los suministros que los estadounidenses necesitan
- Establecer la Junta de Pruebas Pandémicas, Ampliar las Pruebas y Fortalecer la Fuerza Laboral de Salud Pública
- Fortalecer el acceso a los tratamientos y la atención clínica del COVID-19Mejorar el acopio de datos para enfrentar COVID-19
- Tomar medidas inmediatas para la distribución de vacunas
- Acción directa para apoyar a los estudiantes y reabrir escuelas de manera segura
- Ayudar a proteger a trabajadores
- Promover viajes seguros
- Mejorar la equidad en salud en la respuesta nacional al COVID-19
- Avanzar en el liderazgo global de los EE. UU., apoyar la respuesta humanitaria y sanitaria contra COVID-19 y protegerse contra futuras amenazas biológicas