Un hombre armado protagonizó este sábado una tarde de horror y sangre al abrir fuego en múltiples localidades de Chicago, Illinois, y de la aledaña ciudad de Evanston, según la policía. Al menos tres personas murieron y otras cuatro resultaron heridas de gravedad, agregaron los investigadores.
En un encuentro a balazos con agentes de la policía de Evanston, el sospechoso, identificado como Jason Nightengale, de 32 años, recibió al menos un disparo. Lo declararon muerto en un hospital.
Las víctimas mortales provocadas por las acciones violentas del sábado son un hombre de 30 años, un joven de 20 y una mujer que trabajaba como guardia de seguridad en un edificio, de edad hasta el momento desconocida. Los tres fueron atacados en tres sitios diferentes. La policía no ha revelado todavía sus identidades.
Las personas heridas son una chica de 15 años, dos mujeres mayores de edad y una de edad hasta ahora desconocida. Ellas también cayeron víctimas del sospechoso en contextos distintos.
Las motivaciones que llevaron al sospechoso a perpetrar estos crímenes aún no parecen claras del todo. En al menos dos lugares donde abrió fuego, dos tiendas, anunció que iba a perpetrar un robo, según la policía. A lo largo de su acción sangrienta, el hombre además le robó un auto a una persona que aparentemente conocía, al que encontró en un bloque de edificios, detallaron las autoridades. La víctima del robo no resultó herida.
“No sabemos mucho todavía del sospechoso”, dijo en la noche del sábado, en una conferencia de prensa, David Brown, superintendente de la policía de Chicago. https://twitter.com/ChiefDavidBrown/status/1348115438962675713
Todo empezó antes de las 2 pm, hora local, según un resumen de los hechos difundido por la policía. El atacante supuestamente entró en el estacionamiento de un edificio en South East End Ave, Chicago, y mató a balazos a un hombre de 30 años, quien se encontraba sentado en su auto. El diario Chicago Tribune reporta que se trataba de un estudiante de la universidad de la ciudad.
Posteriormente, el hombre entró en un bloque de viviendas ubicado en la misma avenida y disparó fatalmente a una mujer que estaba allí trabajando como guardia de seguridad. En el mismo sitio, también hirió de gravedad a una mujer de 77 años que estaba recogiendo correos de su buzón. La anciana se encuentra en condiciones críticas en un hospital de la ciudad.
Después, se dirigió a otro edificio ubicado a pocas decenas de metros de allí, donde robó un las llaves de carro a un supuesto conocido. A continuación, localizó en un estacionamiento cercano y se marchó con él.
El sospechoso se manifestó de nuevo una hora más tarde en otro punto de Chicago, ubicado a más de siete millas (11 kilómetros) de distancia, en South Halsted Street. Sobre las 3:45 pm, entró en una tienda minorista y anunció un robo. Allí disparó a un joven de 20 años, que murió después de ser trasladado a un hospital, y provocó heridas en la espalda y en el cuello a una mujer de 81 años, actualmente en condiciones críticas.
Entonces, el atacante huyó del lugar en auto. Sobre las 5 pm, estaba a poco más de una milla de allí, en la misma calle, donde disparó “desde una posición desconocida” a una chica de 15 años, que está ahora en condiciones graves. La joven se encontraba en un carro, que una familiar iba manejando. Esta persona resultó ilesa.
Instantes después, el hombre volvió al lugar anterior, donde había anunciado que iba a perpetrar un robo en una tienda, y abrió fuego contra policías que se encontraban en el lugar investigando lo ocurrido. Nadie resultó herido, pero un carro de la policía de Chicago quedó dañado por balas.
El último lugar donde Nightengale supuestamente actuó fue en Evanstone, ciudad ubicada a más de 20 millas (más de 32 km) del lugar donde dejó a su primera víctima. En esa localidad, primero anunció que iba a robar en una tienda, luego huyó hasta un restaurante cercano, donde dejó herida de gravedad en la cabeza a una mujer.
En ese lugar, fue enfrentado por policías de Evanston, que le dispararon. El hombre intentó huir a pie, pero colapsó en el lugar. Preguntado sobre si se sabe cómo terminó allí, Brown dijo: “Cuando uno escucha toda esta historia, parece que tienes una bola de cristal [para ver] lo que hará [el sospechoso] a continuación. Pero todos sabemos que no tenemos una bola de cristal”.