La Q apareció en el asalto al Capitolio de Washington DC la tarde del miércoles.
Entre la multitud que asaltó la sede del Congreso de Estados Unidos había algunas personas que se identificaban con el movimiento QAnon, como quedó en evidencia en fotos y videos.
Varios activistas prominentes de esa corriente ideológica fueron vistos dentro del edificio, mientras algunos más llevaban pancartas con la Q tanto dentro como fuera del recinto.
Se trata de un grupo que considera al presidente Donald Trump como un héroe, pese a que él no le ha expresado su apoyo y solo ha descrito a estos activistas como «personas que aman» a su país.
Pero ¿qué es QAnon y quiénes son sus seguidores?
¿De qué se trata?
En esencia, QAnon es una teoría muy expandida y completamente infundada que dice que el presidente Trump está librando una guerra secreta contra pedófilos de las élites del gobierno, las empresas y los medios de comunicación de EE.UU. que adoran a Satanás.
Varios activistas de QAnon irrumpieron en el Capitolio de Washington DC.
Quienes creen en QAnon han especulado con que esta lucha desembocará un día en un ajuste de cuentas en el que figuras políticas como la excandidata presidencial Hillary Clinton serán arrestadas y ejecutadas.
Esa es la base del movimiento, pero hay tantas derivaciones y debates internos que la lista total de afirmaciones de QAnon es enorme y, a menudo, contradictoria.
Los adherentes a estas teorías recurren a noticias, hechos históricos y numerología para desarrollar sus propias conclusiones inverosímiles.
¿Dónde comenzó todo?
En octubre de 2017, un usuario anónimo publicó una serie de publicaciones en el sitio 4chan. Las firmó como «Q» y afirmó tener un nivel de aprobación de seguridad de EE.UU. conocido como «autorización Q».
«Donde va uno vamos todos» es una de las consignas asociadas a QAnon.
Estos mensajes se conocieron como «Q drops» («gotas Q») o también como «migas de pan», y a menudo estaban escritos en un lenguaje críptico salpicado de lemas, promesas e imágenes de Trump.
¿Quién cree en QAnon?
Este movimiento tiene miles de seguidores.
Han aumentado su tráfico en las redes sociales como Facebook, Twitter, Reddit y YouTube, desde 2017, y hay indicios de que las cifras han crecido aún más durante la pandemia de covid-19.
Ante esto, las grandes firmas de internet endurecieron sus reglas sobre el contenido de QAnon y eliminaron cientos de cuentas y videos relacionados con los Q.
Jake Angeli, uno de los activistas más notorios en el asalto al Capitolio, es parte de QAnon.
Pero en las redes sociales y las encuestas se hace evidente que hay cientos de miles o incluso millones de personas que creen en algunas de las extrañas teorías de QAnon.
Y su popularidad no se ha visto disminuida por eventos que parecen desacreditarlas. Por ejemplo, la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible intervención rusa en la campaña de las presidenciales de 2016 en EE.UU.
Los partidarios de QAnon afirmaron que la investigación de Mueller fue en realidad un pretexto para una investigación sobre pedofilia. Cuando concluyó sin una revelación explosiva, la atención de los teóricos de la conspiración se desvió hacia otra parte.
¿Qué impacto ha tenido?
Los partidarios de QAnon impulsan hashtags en redes sociales y coordinan ataques a adversarios: políticos, celebridades y periodistas a los que acusan de estar encubriendo a pedófilos.
Los partidarios de QAnon solían aparecer en los actos de campaña de Trump.
No se trata solo de mensajes en línea. Twitter dice que tomó medidas contra QAnon debido al potencial «daño fuera de internet».
Varios creyentes de QAnon han sido arrestados después de realizar amenazas o acciones en persona. En un caso de 2018, un hombre fuertemente armado, Matthew Wright, bloqueó un puente de la presa Hoover, cerca de Las Vegas. Luego se declaró culpable de un cargo de terrorismo.
Un estudio del Pew Research Center de septiembre de 2020 encontró que casi la mitad de los estadounidenses habían oído hablar de QAnon, el doble que seis meses antes.
De los que habían oído hablar de este grupo, una quinta parte tenía una opinión positiva del movimiento. Y para muchos creyentes, QAnon constituye la base de apoyo del presidente Trump.
Sabiéndolo o no, Trump ha retuiteado mensajes de partidarios de QAnon y, antes de las elecciones de 2020, su hijo Eric Trump publicó un meme de QAnon en Instagram.
QAnon en América Latina
Las teorías de QAnon carecen de fundamento y muchas veces son contradictorias. Aun así tienen miles de adeptos.
Aunque es un fenómeno de Estados Unidos, las ideas de QAnon también han tenido influencia en América Latina.
El diario costarricense La Nación, por ejemplo, publicó en 2020 una investigación sobre la página «QAnon Costa Rica», creada el 28 de junio del año pasado con miles de seguidores en el país centroamericano.
También está el grupo «Q Anon en Argentina», creado un par de semanas después que la página costarricense, el 14 de julio de 2020, también con varios miles de seguidores.
Y una rápida búsqueda en Facebook también revela «grupos QAnon» en Colombia, México, Guatemala, Panamá, Brasil y Uruguay, donde no solo se habla de política, sino también de las vacunas, el cambio climático y la gravedad de la pandemia de coronavirus.
© BBC El lema de Qanon Latinoamérica es «el gran despertar».
Milthon Agüero, un peruano miembro del grupo «Qanon Latinoamérica», dijo en agosto pasado que lo que se comparte en ese tipo de grupos no son noticias falsas ni teorías de la conspiración, sino «información alternativa» a la de los «medios oficiales», a los que este publicista de 32 años decía no creerles.
«Yo practico la alimentación naturista y la medicina natural y hace años que no confío en la medicina tradicional, farmacológica. Entonces, buscando información alternativa me topé con este grupo a finales de marzo, principios de abril», le contó Agüero a BBC Mundo.
Pero para Ethan Zuckerman, director del Centro para Medios Cívicos del MIT, QAnon es una teoría de la conspiración especialmente corrosiva porque lleva a la gente a asumir que casi toda figura de autoridad «es parte de una camarilla secreta que trabaja contra la libertad».
«La corrosión que se deriva de eso es el peligro de que no confiemos en ninguna institución«, dijo Zuckerman en una reciente edición del programa de la BBC The Inquiry dedicado a QAnon.
«Y esa desconfianza, si es explotada por un líder autoritario, es increíblemente peligrosa», concluye.