Estados Unidos registró la mayor cifra diaria de muertes de COVID-19 —casi 3.900— el mismo día que el ataque de una turba al Capitolio mostró al desnudo algunas de las divisiones políticas profundas que han obstaculizado la batalla contra la pandemia.
El anunció se produce el mismo día en que California reportó un récord para dos días de 1.042 muertes por el virus, mientras el número de pacientes está abrumando los hospitales en el estado.
El portal del Departamento de Salud Pública del estado lista el jueves 583 nuevas muertes, un día después de listar 459.
La marca previa para dos días era de 1.013, al final de diciembre.
El saldo total de muertes en California desde el comienzo de la pandemia es 28.045.
El aumento de las muertes y contagios amenaza con obligar a los hospitales a racionar la atención y, en esencia, decidir quién ha de vivir y quién ha de morir.
“La gente jadea al tratar de respirar. Parece que se están ahogando cuando están en la cama frente a nosotros”, comentó el doctor Jeffrey Chien, un médico de la sala de emergencias del Centro Médico Regional del Valle de Santa Clara. “Suplico a todos que nos ayuden porque no estamos en la primera línea. Estamos en la última línea”.
Alrededor de 1,9 millones de personas han muerto de coronavirus en el mundo, más de 360.000 en Estados Unidos. Diciembre fue de lejos el mes con mayor número de muertes en el país, y los expertos advierten que enero podría ser peor aún debido a las reuniones familiares y los viajes por las fiestas.
Una variante nueva y más contagiosa del virus se difunde por el mundo, también por Estados Unidos. Resta por verse, además, qué efecto tendrá sobre la propagación la presencia de miles de partidarios del presidente Donald Trump esta semana en Washington, muchos de ellos sin mascarilla.
Trump ha restado importancia al virus y desdeñado las mascarillas, y muchos de sus seguidores fanáticos siguen su ejemplo. Ha fustigado las cuarentenas e incitado a los manifestantes que objetan las restricciones en estados como Michigan, donde sus partidarios armados invadieron la legislatura hace algunos meses.
El miércoles, cuando una horda de violentos irrumpió en el Capitolio para impedir la certificación del triunfo electoral de Joe Biden, Estados Unidos registró 3.865 muertes del coronavirus, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. Las cifras pueden fluctuar drásticamente después de los feriados y los fines de semana.