Los grandes medios han dado ya la victoria al demócrata Jon Ossoff en la segunda vuelta de las elecciones al Senado por Georgia. Su escaño y el de Raphael Warnock -cuya victoria se conocía en la mañana de este miércoles– devuelven el control del Senado al partido del presidente electo Joe Biden. Se trata de un vuelco histórico en el estado que dará mayor facilidad al mandatario entrante para aplicar sus políticas.
Los demócratas tienen ahora mayoría en ambas cámaras. Aunque en la Cámara Alta habrá 50 senadores republicanos y 50 demócratas, la vicepresidenta electa, Kamala Harris, será la encarga de elegir qué partido estará al mando. En la Cámara de Representantes la mayoría de los de Nancy Pelosi no será mucho más holgada.
Tanto Ossoff como Warnock sacaron de sus escaños a sus respectivos competidores, David Perdue y Kelly Loeffler. Esta doble victoria demócrata solidifica también la transformación política del estado de Georgia, que muchos analistas y políticos vinculan en buena medida con el impulso de movimientos sociales y Black Lives Matter.
Ambos demócratas lideran ahora a sus oponentes republicanos por márgenes superiores al umbral requerido para poder solicitar un recuento, según la ley de Georgia.
Las elecciones de segunda vuelta en Georgia son también históricas porque el reverendo Raphael Warnock se ha convertido en el primer demócrata negro y del sur que eligen para el Senado. Y Jon Ossoff, de 33 años y director de una compañía de producción de videos, nunca ha ocupado un cargo público y ha conseguido derrotar a David Perdue, que acaba de completar su primer mandato completo en la Cámara Alta.
Al sumar el control del Senado al de la Cámara de Representantes, los demócratas podrán presidir los comités y la legislación y podrán decidir las nominaciones que se lleven a sede parlamentaria. Esta ventaja facilitará que Biden pueda avanzar con su agenda política.
