El presidente Donald Trump tuvo un nuevo motivo para expresar su mal humor.
Según un reporte de CNN, el mandatario se molestó al ver por primera vez cómo quedaron algunas habitaciones remodeladas en su residencia en Mar-a-Lago, trabajo coordinado por su esposa Melania Trump.
“Los cambios en sus habitaciones privadas, muchas de las cuales fueron supervisadas por su esposa, la primera dama Melania Trump, no fueron del agrado del presidente”, indica el informe. “Estaba enojado por eso”.
La fuente que compartió detalles sobre la reacción del mandatario dijo que también estuvo molesto con los cambios que se hicieron en otras áreas de la residencia, además de las habitaciones.
“No estaba contento con eso”, dijo la fuente, que agregó que el mandatario exigió que se retiraran piezas de marmol blanco y de madera oscura.
La televisora agrega que Melania Trump y su decorador de interiores, Tham Kannalikham, seleccionaron la mayor parte de los detalles de las renovaciones.
“No es la primera vez que el gusto personal del presidente choca con el de su esposa”, agrega el informe. “Trump tampoco estaba emocionado con algunas de las redecoraciones de Campo David, otro proyecto de la primera dama”.
Este informe sobre el mal humor del mandatario en sus últimos días al frente del Gobierno federal se suman a otros por la furia que le originó perder las elecciones y la frustración por no ganar en sus acusaciones sobre “fraude electoral”.
La pareja presidencial y su hijo Barron planean mudarse a la residencia que era utilizada de descanso, pero hay reportes de que vecinos no quieren que eso ocurra, debido a los problemas viales y de movilidad que eso generaría.
