El Ministerio de Defensa de Rusia informó este martes que el sistema de misiles Oreshnik, con capacidad para portar ojivas nucleares, entró oficialmente en servicio activo y está desplegado en territorio de Bielorrusia, aliado estratégico de Moscú, en un momento considerado clave para las conversaciones de paz sobre la guerra de Ucrania.
A través de un video difundido por las autoridades rusas, se observa el desplazamiento de vehículos militares y lanzadores móviles del sistema balístico durante entrenamientos en zonas boscosas. El anuncio confirma lo adelantado semanas atrás por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, quien aseguró que su país recibiría hasta diez unidades de este tipo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, había advertido desde principios de diciembre que el armamento entraría en operación este mismo mes, y volvió a insistir en que Rusia mantendrá su ofensiva militar si Ucrania y sus aliados occidentales no aceptan las condiciones del Kremlin en las negociaciones.
El despliegue se produce mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, impulsa un proceso de diálogo entre Kiev y Moscú. El pasado domingo sostuvo una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky en Florida, donde aseguró que ambas partes están “más cerca que nunca” de alcanzar un acuerdo.
Sin embargo, aún existen profundas diferencias, especialmente sobre las zonas de retirada de tropas y el futuro de la planta nuclear de Zaporiyia, una de las más grandes del mundo, ocupada actualmente por Rusia.
Alcance y capacidad del sistema
Según el Ministerio de Defensa de Bielorrusia, los misiles Oreshnik tienen un alcance de hasta 5,000 kilómetros, lo que coloca bajo su radio de impacto a varios países europeos. Medios estatales rusos destacaron que, en caso de ser lanzados, podrían impactar bases militares en Polonia en unos 11 minutos y la sede de la OTAN en Bruselas en aproximadamente 17 minutos.
Las autoridades rusas sostienen que las múltiples ojivas del sistema pueden alcanzar velocidades de hasta Mach 10 y resultar prácticamente imposibles de interceptar. Moscú no aclara si los misiles desplegados portan carga nuclear o convencional.
Este tipo de armamento estuvo prohibido durante décadas bajo un tratado firmado en tiempos de la Guerra Fría, del cual tanto Rusia como Estados Unidos se retiraron en 2019.
Más presión militar y política en Bielorrusia
Rusia ya había trasladado antes armas nucleares tácticas a Bielorrusia, país que también fue utilizado como plataforma de lanzamiento para la invasión rusa a gran escala sobre Ucrania en 2022. Lukashenko admitió que en su territorio existen varias decenas de armas nucleares rusas.
Mientras tanto, sectores opositores bielorrusos advierten que el despliegue aumenta la dependencia militar y política del país hacia Moscú. La líder opositora Sviatlana Tsikhanouskaya afirmó que esta decisión coloca a Bielorrusia en mayor riesgo y agrava su aislamiento internacional.
El conflicto entre Rusia y Ucrania supera ya los tres años, con enormes pérdidas humanas, destrucción de infraestructura y un impacto global en seguridad, economía y estabilidad geopolítica. La comunidad internacional sigue de cerca tanto las negociaciones como esta nueva demostración de fuerza militar del Kremlin.