18 de diciembre de 2025

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El Gobierno del presidente Donald Trump anunció un paquete masivo de ventas de armas a Taiwán valorado en más de 10.000 millones de dólares, una decisión que eleva la tensión con China y refuerza el apoyo militar de Estados Unidos a la isla, el paquete incluye misiles de alcance medio, obuses, drones y sistemas avanzados de artillería.

El Departamento de Estado informó de las ventas el miércoles por la noche durante un discurso televisado a nivel nacional del presidente Trump, en el que apenas abordó asuntos de política exterior y no mencionó directamente a China ni a Taiwán,  las relaciones entre Washington y Pekín han atravesado altibajos durante el segundo mandato de Trump, marcadas por disputas comerciales, aranceles y la creciente presión china sobre Taiwán, que Pekín considera parte irrenunciable de su territorio.

Si el Congreso aprueba las operaciones, se tratará del mayor paquete de armas vendido por Estados Unidos a Taiwán, superando los 8.400 millones de dólares autorizados durante el Gobierno de Joe Biden, los ocho acuerdos anunciados incluyen 82 sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad HIMARS y 420 misiles tácticos ATACMS, similares a los suministrados a Ucrania para su defensa frente a Rusia, por un valor superior a los 4.000 millones de dólares.

El paquete contempla además 60 sistemas de obuses autopropulsados y equipamiento asociado valorados en más de 4.000 millones de dólares, así como drones por más de 1.000 millones. Otras ventas incluyen software militar por más de 1.000 millones de dólares, misiles Javelin y TOW por más de 700 millones, repuestos para helicópteros valorados en 96 millones y kits de reacondicionamiento para misiles Harpoon por 91 millones.

Según el Ministerio de Defensa de Taiwán, el valor total de los ocho acuerdos asciende a 11.150 millones de dólares. En comunicados separados pero prácticamente idénticos, el Departamento de Estado señaló que las ventas responden a “los intereses nacionales, económicos y de seguridad de Estados Unidos al apoyar los continuos esfuerzos del receptor para modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble”,  las declaraciones añadieron: “las ventas propuestas ayudarán a mejorar la seguridad del receptor y a mantener la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico en la región”.

China reaccionó con dureza a la decisión, el Ministerio de Exteriores chino afirmó que la medida viola los acuerdos diplomáticos entre Pekín y Washington, daña gravemente la soberanía y la integridad territorial de China y socava la estabilidad regional. El portavoz Guo Jiakun declaró: “las fuerzas de ‘independencia de Taiwán’ en la isla buscan la independencia a través de la fuerza y resisten la reunificación a través de la fuerza, derrochando el dinero duramente ganado por el pueblo para comprar armas a costa de convertir a Taiwán en un polvorín”.

Añadió que esta estrategia “no puede salvar el destino funesto de la ‘independencia de Taiwán’, sino que solo acelerará el descenso del estrecho de Taiwán hacia una situación peligrosa de confrontación militar y guerra”. Guo concluyó: “usar a Taiwán para contener a China no tendrá éxito”.

De acuerdo con la legislación federal estadounidense, Estados Unidos está obligado a ayudar a Taiwán a mantener su capacidad de autodefensa, un compromiso que se ha vuelto cada vez más controvertido en la relación con China, que ha reiterado su disposición a tomar la isla por la fuerza si lo considera necesario.

El Ministerio de Defensa de Taiwán expresó el jueves su agradecimiento a Washington y aseguró que la venta de armas contribuirá a mantener “capacidades de autodefensa suficientes” y a reforzar la disuasión. El organismo subrayó que el fortalecimiento de la defensa taiwanesa “es la base para mantener la paz y la estabilidad regional”.

El ministro de Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung, agradeció igualmente el “apoyo a largo plazo de Estados Unidos a la seguridad regional y a las capacidades de autodefensa de Taiwán”, que consideró esenciales para disuadir un conflicto en el estrecho que separa la isla del continente chino.

Las ventas se producen en paralelo al compromiso del Gobierno taiwanés de elevar el gasto en defensa al 3,3 % del PIB el próximo año y al 5 % para 2030, tras las demandas de Trump y el Pentágono de que la isla destine hasta el 10 % de su PIB a defensa, una cifra que ha generado resistencia política y social.

El presidente taiwanés, Lai Ching-te, anunció el mes pasado un presupuesto especial de 40.000 millones de dólares para compras de armamento, incluido el desarrollo de un sistema avanzado de defensa antiaérea denominado Taiwan Dome, el presupuesto se ejecutará entre 2026 y 2033.

El aumento de la asistencia militar estadounidense ya había sido anticipado en la legislación aprobada por el Congreso y que Trump se dispone a firmar en breve, la semana pasada, la embajada china en Washington denunció esa normativa, conocida como la Ley de Autorización de Defensa Nacional, al considerar que señala injustamente a China como un agresor. El Senado de Estados Unidos aprobó el proyecto de ley el miércoles.