Baltimore (AP).- Kilmar Ábrego García debía presentarse ante las autoridades migratorias el viernes, unas 14 horas después de haber sido puesto en libertad por orden judicial.
Ábrego García se convirtió en un símbolo de la campaña migratoria del gobierno del presidente, Donald Trump, a principios de año, cuando fue deportado erróneamente a una conocida prisión en El Salvador. Fue detenido por última vez en agosto durante un control similar.
Está previsto que el viernes por la mañana comparezca en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Baltimore.
La agencia lo puso en libertad poco antes de las 5 de la tarde del jueves tras el fallo de la jueza de distrito de Estados Unidos Paula Xinis en Maryland, que determinó que, tras su regreso al país, las autoridades federales lo detuvieron sin ninguna base legal.
Deportado por error y devuelto
Ábrego García es un ciudadano salvadoreño con esposa e hijo estadounidenses que lleva años viviendo en Maryland. Emigró a Estados Unidos sin los permisos pertinentes cuando era un adolescente para reunirse con su hermano, que se había convertido en ciudadano estadounidense. En 2019, un juez de inmigración le concedió protección contra la deportación a su país de origen, donde podría estar en peligro por los ataques de una banda a su familia.
Aunque se le permitió vivir y trabajar en Estados Unidos bajo la supervisión de ICE, no se le otorgó la residencia. A principios de año, fue deportado por error y retenido en una prisión salvadoreña conocida por su brutalidad a pesar de no tener antecedentes penales.
Ante la creciente presión pública y una orden judicial, el gobierno republicano de Trump lo trajo de regreso a Estados Unidos en junio, pero solo después de emitir una orden de detención en su contra por presuntos cargos de tráfico de personas en Tennessee. Se ha declarado no culpable de esas acusaciones y ha solicitado a un juez federal que las desestime.
Demanda para bloquear la expulsión de EEUU
El acuerdo de 2019 determinó que tenía un “temor fundado” a correr peligro en El Salvador si era deportado allí. Por ello, el ICE ha estado tratando de deportarlo a una serie de países africanos. En una demanda, Ábrego García alegó que el gobierno de Trump está utilizando de forma ilegal el proceso de expulsión para castigarlo por la vergüenza pública causada por su caso.
En su orden de liberación de Ábrego García, Xinis escribió que las autoridades federales “no solo obstaculizaron” al tribunal, “sino que (lo) engañaron activamente”. Xinis también rechazó el argumento del gobierno de que carecía de jurisdicción para intervenir en una orden de expulsión definitiva para Ábrego García, ya que no encontró que hubiese ninguna orden de este tipo.