14 de noviembre de 2025

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Las filas por combustible se reducen en Bolivia en los primeros días de Gobierno de Paz

Bolivia
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La Paz (EFE).- Las filas en las estaciones de distribución de combustibles en Bolivia han disminuido notoriamente este jueves en los primeros días del Gobierno de Rodrigo Paz, a lo que se suma el descenso de la cotización del dólar en el mercado paralelo y la reducción de algunos precios que hace varios meses estaban en alza.

La normalidad en la distribución de diésel y gasolina se ha percibido principalmente en las ciudades del llamado eje central que aglutina a Santa Cruz, La Paz, El Alto y Cochabamba, donde se concentra la mayor parte de la población.

Hasta la semana anterior fue habitual que en cada estación de combustible se generaran filas extensas en las que los conductores esperaban por horas para llenar el tanque, algo que mermó la dinámica para la provisión de servicios, alimentos y mercadería.

El director distrital de la Agencia Nacional de Hidrocarburos en Potosí (sudoeste), Erick Bronson, dijo a los medios locales que «las filas han bajado considerablemente, más de un 50 % o 60 %», con el ingreso de los camiones cisterna que el mandatario Paz lideró el domingo.

La crisis de combustible en Bolivia
Justamente, el jefe de Estado publicó hace algunas horas un video en sus redes sociales que muestra una visita sorpresa suya a una estación de venta de combustible en La Paz para hablar con usuarios y el personal de atención, quienes le contaron que ahora había gasolina todo el día y que las esperas casi desaparecieron.

«Es un mensaje claro de cambio (la disminución de filas) frente a la incapacidad que tuvo el Gobierno anterior (de Luis Arce) para dar soluciones al país», declaró hace poco el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, región considerada como motor económico del país.

Paz visitó Estados Unidos la semana pasada, siendo todavía presidente electo, para reunirse con altos funcionarios del Gobierno de ese país y con los ejecutivos de los organismos multilaterales para resolver la falta de combustibles y la escasez de dólares que afronta el país desde principios de 2023.

La escasez de divisas coincidió con el descenso de las reservas internacionales netas (RIN), lo que generó restricciones en el sistema financiero para el acceso a los dólares y la existencia de un tipo de cambio paralelo que en el peor momento casi llegó a triplicar el valor oficial de 6,96 bolivianos por dólar.

Esta jornada el dólar paralelo se cotiza alrededor de 10,5 bolivianos, cuando hace algunas semanas estuvo por sobre los 14 bolivianos.

El mayor desafío
El Gobierno de Paz expresó varias veces en estos días que el mayor desafío ahora es trabajar en la «mejor forma» de eliminar la subvención a los combustibles, que desde hace más de dos décadas ha mantenido estable el precio del litro de gasolina y diésel en 3,72 y 3,74 bolivianos (0,50 dólares), respectivamente.

El ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, declaró hace poco que aún se analiza «cómo se tratará» la eliminación de la subvención que, dijo, alcanza entre el 4 % y el 8 % del producto interno bruto (PIB), y cómo se aplicará una nueva «estructura de precios».

Una buena parte del combustible subvencionado en Bolivia se traslada por vía del contrabando a los mercados de los países vecinos, en los que se vende a un precio mayor.

El representante de los transportistas sindicalizados y legislador departamental de La Paz, Mario Silva, advirtió al Gobierno de Paz sobre el riesgo de quitar la subvención a este sector, lo que provocaría que «al día siguiente todo suba (de precios) hasta un 100 % o 150 %».