Las autoridades panameñas confirmaron la detención en Venezuela de Ali Zaki Hage Jalil, ciudadano requerido por un atentado terrorista perpetrado hace más de tres décadas contra un avión comercial que mató a sus 21 ocupantes, en su mayoría miembros de la comunidad judía.
La Oficina Central Nacional de Interpol Panamá señaló en un comunicado oficial que recibió la confirmación del arresto por parte de Interpol Caracas. Jalil fue aprehendido el 6 de noviembre en la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta, Venezuela.
El sospechoso mantiene una notificación roja de Interpol a solicitud de la Fiscalía Superior de Descarga de Panamá por delitos contra la vida y la integridad personal, homicidio doloso y delitos contra la seguridad colectiva y los medios de transporte y comunicación, según el comunicado.
El Departamento de Estado estadounidense había ofrecido una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que condujera a su captura.
La investigación se relaciona con la explosión del vuelo 901 de Alas Chiricanas, ocurrido el 19 de julio de 1994 en Santa Isabel, provincia de Colón. El avión estalló a los pocos minutos de despegar del aeropuerto de Colón, la segunda ciudad más grande de Panamá ubicada en el Caribe, a 80 kilómetros de la capital.
Según el comunicado, se adelantan las coordinaciones para iniciar el proceso de solicitud de extradición del arrestado para que sea puesto a órdenes de las autoridades panameñas.
La Cancillería de Panamá informó que comenzará con los trámites diplomáticos y judiciales para que el detenido enfrente la justicia panameña, “conforme a los principios del Derecho Internacional, la cooperación en materia de seguridad y las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
“Panamá reitera su compromiso indeclinable con la verdad, la memoria y la justicia, y su decisión de no permitir que el territorio panameño o sus ciudadanos sean víctimas o instrumentos de organizaciones extremistas que buscan sembrar el miedo”, destacó el Ministerio panameño de Relaciones Exteriores.
La Cancillería expresó su “profunda preocupación” ante la información sobre la presencia y residencia “en total impunidad” del individuo en Venezuela, vinculado al atentado que “segó la vida de 20 inocentes y marcó un doloroso capítulo en la historia reciente de nuestro país”.

El gobierno panameño consideró “inaceptable que, transcurridas tres décadas, los responsables de un acto de terrorismo tan grave permanezcan sin rendir cuentas ante la justicia”.
En el atentado, considerado el más grave en la historia de Panamá, no hubo supervivientes. Entre las víctimas se encontraban una docena de empresarios de la comunidad judía afincada en el país centroamericano, que venían de hacer negocios en la Zona Libre de Colón, la zona franca más grande del continente.
El atentado tuvo lugar un día después del ataque terrorista con carro bomba contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, en el que murieron 85 personas y que también permanece impune. Las investigaciones apuntan a la participación de Hezbollah en ambos ataques.
El FBI había descrito al sospechoso Jalil como un piloto de aviones, aficionado al paracaidismo, con antecedentes penales por tráfico de armas.La agencia norteamericana informó que el sospechoso había sido detenido en 1994 transportando diez ametralladoras, con números limados, del tipo Mini Mac 9mm. En su casa se habrían secuestrado otras seis ametralladoras, municiones, detonadores, y cables explosivos similares a los encontrados en el lugar del atentado. También tenía 500 mil dólares y varias radios que transmitían en banda de HF y VHF. Sin embargo, Ali Hage Zaki Jalil quedó en libertad y se fue de Panamá.

En 2017, el entonces presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, recibió una carta del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en la que la informaba que Hezbollah había estado detrás del atentado. El tema fue abordado un año después, durante un encuentro entre ambos mandatarios.
Pero la causa judicial recién se reabrió en 2019 a raíz de una solicitud formulada por la Fiscalía Superior de Descarga, después de permanecer sin resolver durante décadas.
Los familiares de las víctimas del atentado en Panamá realizan un homenaje cada 19 de julio. Ahora, están un poco más cerca de obtener Justicia.