La Paz.- La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, recuperó su libertad este jueves después de pasar cuatro años y ocho meses en prisión, tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de anular la sentencia de diez años que pesaba en su contra por el denominado caso “golpe de Estado”.
Áñez, quien gobernó Bolivia entre 2019 y 2020, salió por la puerta principal del Centro de Orientación Femenina de Miraflores, en La Paz, ondeando una bandera nacional y acompañada por sus hijos, Carolina y José Armando Ribera. A su salida, declaró ante los medios que en 2019 “jamás hubo un golpe de Estado, sino un fraude electoral”.
El TSJ, en su fallo, determinó que durante el proceso judicial hubo “vulneraciones al ordenamiento legal vigente” que afectaron el debido proceso y los derechos de la exmandataria. Además, el tribunal concluyó que la sucesión presidencial de Áñez “no fue un acto de usurpación, sino de necesidad constitucional”, considerando que las renuncias de las autoridades que la precedían en la línea de sucesión fueron “públicas, expresas y con efectos inmediatos”.
Áñez había sido condenada en 2022 a diez años de prisión, sentencia que fue ratificada en 2023 por el mismo Tribunal Supremo bajo otra composición. Sin embargo, los nuevos magistrados, elegidos en los comicios judiciales de 2024, revisaron la causa y anularon la condena, ordenando su “absolución y libertad inmediata”.
La exmandataria fue detenida en marzo de 2021, acusada de haber asumido la presidencia de manera irregular tras la renuncia del entonces presidente Evo Morales, quien abandonó el país denunciando un golpe de Estado en medio de protestas y denuncias de fraude electoral.
