Argentina.- El trágico suicidio de Karla Robles, una joven de 27 años, ha causado profunda conmoción en la provincia de Tucumán al noroeste de Argentina, luego de que la joven decidiera quitarse la vida en una transmisión en vivo a través de TikTok, a finales de octubre. Entre los 96 espectadores que presenciaron el hecho se encontraba su expareja, Diego Zerda, quien actualmente está detenido e investigado por presunta instigación al suicidio.
De acuerdo con medios locales como TN y La Gaceta, sobre Zerda pesaban al menos seis denuncias previas por violencia de género y una orden de restricción impuesta por Robles. La relación entre ambos habría estado marcada por maltrato físico y psicológico durante los cinco años que duró.
Según la investigación, el acusado habría enviado mensajes hostigantes y violentos a la víctima en los días previos a su muerte. Uno de ellos, citado por la prensa, decía: “Estás loca, por eso te internaron, matate de una vez”.
Tras el suicidio, la familia de Karla Robles acudió a las autoridades y entregó el teléfono móvil de la joven como prueba del acoso sistemático que sufría. El auxiliar fiscal Lucas Manuel Maggio presentó diversos elementos que comprometen al acusado, incluyendo audios amenazantes enviados al hermano de la víctima minutos después del hecho.
En uno de esos mensajes, Zerda habría dicho: “Tu hermana diez veces se ha querido matar, así que no vengas a querer echar la culpa acá. Yo ya no estoy en mi casa, ando en la sombra, te juro por Dios que no me vas a encontrar”.
Además, la fiscalía cuenta con capturas de pantalla, testimonios de personas que presenciaron la transmisión en vivo y audios en los que se escucha a Robles manifestar su miedo ante posibles represalias del acusado. “Tengo más miedo por ellos que por mí, que me haga algo a mí no me importa, ¿pero a mi familia? Hoy la verdad es que me ha paralizado el miedo”, decía la joven en una de las grabaciones difundidas.
El fiscal del caso considera que Zerda “se aprovechó de la vulnerabilidad de la víctima” y “utilizó una relación afectiva para manipularla emocionalmente”, en un contexto agravado por la violencia de género. La justicia ha solicitado su prisión preventiva, argumentando riesgo de fuga y posible entorpecimiento de la investigación, dado que el sospechoso cuenta con antecedentes penales.
La familia de Karla exige justicia y teme que el agresor pueda quedar en libertad. “Él estuvo viendo el vivo cuando mi hija se quitó la vida. Yo lo quiero en el penal”, expresó la madre de la joven. El padre, por su parte, advirtió: “Si lo dejan suelto, habrá otra Karla”.
El abogado de la familia, Augusto Avellaneda, afirmó que Robles era víctima constante de amenazas de muerte y chantajes por parte de Zerda.
“La obligó a borrar una foto y le dijo que si no se quitaba la vida, mataría a su mamá, a su papá y a toda su familia”, denunció el letrado.
La justicia tucumana continúa recolectando pruebas para determinar si el suicidio fue inducido por el acusado, en un caso que ha vuelto a poner en el centro del debate la violencia de género y el ciberacoso en Argentina.