El «shutdown» estalló cuando el Congreso no logró aprobar un proyecto de ley para mantener financiados los departamentos y agencias federales después del 1 de octubre.
Este miércoles, el cierre que afecta al gobierno de Estados Unidos batió el récord del más largo de la historia, y sin algún indicio de acuerdo sobre el presupuesto nacional entre republicanos y demócratas.
El «shutdown» entró en su día 36 y superó así la marca anterior de 2019, precisamente durante el primer período en la Casa Blanca del magnate republicano.
Las cifras son preocupantes: seis semanas de cierre dejan 1,4 millones de empleados del sector público sin cobrar su sueldo, mientras que trabajadores «esenciales» como los controladores aéreos o las fuerzas de seguridad, han debido seguir trabajando sin pago.
Sin embargo, en los aeropuertos se cocina una situación crítica. El secretario de Transporte, Sean Duffy, alertó que podría verse obligado a cerrar parcialmente el espacio aéreo ante la falta de personal.
«Así que si nos llevan a una semana a partir de hoy, demócratas, verán un caos masivo… verán retrasos masivos en los vuelos», advirtió el funcionario.
Pero no son solo los aeropuertos, pues los programas de asistencia social también se han visto afectados. Trump afirmó el martes que la ayuda alimentaria de la que dependen millones de estadounidenses se distribuirá solo después de que reabra el gobierno, sin embargo, también otorgó beneficios parciales.
«Los beneficiarios de la ayuda deben entender que se necesitará tiempo para recibir este dinero, porque los demócratas han puesto al gobierno en una posición insostenible», declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
El «shutdown» estalló cuando el Congreso no logró aprobar un proyecto de ley para mantener financiados los departamentos y agencias federales después del 1 de octubre, mismo día en que comenzó el nuevo año fiscal.
Aunque los líderes de ambos lados han mostrado poco interés en comprometerse, ha habido señales de negociación entre los moderados.
En medio de la crisis y la preocupación de la ciudadanía, el martes Trump pidió explícitamente a los republicanos que utilicen el «arma nuclear» legislativa: eliminar la barrera mínima de 60 votos en el Senado, lo que se conoce como el filibusterismo, para pasar por encima de la oposición demócrata.
«Terminen con el filibusterismo ahora, acaben con el ridículo cierre ya y, lo más importante, aprueben todas las maravillosas políticas republicanas con las que hemos soñado durante años, pero que nunca hemos logrado», aseguró Trump en redes sociales.