
Portavoces de las agencias federales que participaron en la inédita redada de control migratorio en las calles del Barrio Chino, reafirmaron que estos operativos continuarán en la ciudad de Nueva York, pero aclararon que serán acciones que no se concretarán de forma aleatoria, ni persiguiendo a personas de forma indiscriminada. Se basarán, de acuerdo a varios comunicados oficiales, en meticulosas acciones de inteligencia.
Mientras, en la Gran Manzana, el día después de este operativo sobran las interrogantes, las dudas y especialmente los temores.
¿Tendrá el próximo alcalde electo en noviembre que sentarse a negociar con la Casa Blanca para evitar una escalada de redadas migratorias en las calles? ¿O se espera un choque de trenes, forcejeos y una guerra discursiva que pondrá a prueba quién es más fuerte?
¿Se está poniendo más ‘agua en el molino’ para acelerar la anunciada militarización de las calles de la Gran Manzana justificada en ataques a oficiales del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE)?
En concreto, una redada de inmigración dirigida a vendedores ambulantes, en la famosa Canal Street del Bajo Manhattan, se tornó caótica el martes en la tarde, después de que multitudes de neoyorquinos rodearan a los agentes federales. Lo que provocó arrestos y enfrentamientos.
Los agentes federales se desplegaron por calles del Barrio Chino, que por años ha funcionado como un mercado de imitaciones de bolsos de diseñador, relojes, perfumes, productos electrónicos y otros artículos.
Agentes de ICE, la Patrulla Fronteriza y otras oficinas federales intentaron despejar las calles, en algunos casos empujando a los manifestantes y amenazándolos con gas pimienta, antes de detenerlos.

“Perseguimos a criminales”
Ante la escalada de cuestionamientos de líderes electos y activistas de defensa de los inmigrantes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que la operación federal de “control migratorio” se centró en combatir la venta de productos falsificados e involucró a agentes de ICE y el FBI.
En este sentido, Tricia McLaughlin, portavoz del DHS, confirmó que nueve personas fueron arrestadas en esta primera redada y otras cuatro también fueron arrestadas por presuntamente agredir a agentes federales. Una quinta fue detenida bajo la acusación de obstruir la aplicación de la ley al bloquear una entrada.
La funcionaria calificó esta acción como una operación “específica, basada en inteligencia”, centrada en una actividad delictiva como la falsificación de artículos de marcas reconocidas. Añadió que algunas de las personas arrestadas por las autoridades habían sido acusadas previamente de delitos como robo, allanamiento de morada, violencia doméstica, agresión a agentes del orden público, tráfico de drogas, posesión de drogas y falsificación de documentos.
Asimismo, Todd Lyons, director interino de ICE afirmó que la ciudad experimentará un aumento en los arrestos de ICE, “debido a la gran cantidad de inmigrantes ilegales delincuentes”.
“Nos verán realizando arrestos para que Nueva York vuelva a ser segura. Definitivamente, se basa en información de inteligencia, no es algo aleatorio. No estamos deteniendo a personas en la calle. Hubo una razón específica, basada en reportes de actividad criminal, por la que nos presentamos en Canal Street”, dijo a Fox News.
“No son criminales”
Este miércoles cientos de vendedores informales decidieron quedarse en sus casas. Particularmente los que normalmente ofrecen sus mercancías en la intersección de las calles Canal y Lafayette, justo a la salida de la estación del Subway.
Una joven hispana, vendedora de frutas y hortalizas, cerca de la estación Canal Street, fue testigo de la redada de este martes. Aun así, salió a ofrecer sus productos con mucho miedo. Estaba mucho más pendiente de lo normal, de lo que sucedía en la cuadra.
“Con temor y todo. Yo no me puedo dar el lujo, de no salir a producir”, comentó.
Los vendedores fueron detenidos en varios puntos de Canal Street, incluyendo Lafayette, Broadway y la calle Church. Algunos comentaron que fue aterrador ver a los agentes federales salir de sus camionetas y dirigirse directamente hacia ellos, preguntándole por documentación.
Una de las personas abordadas fue Awa Ng, una comerciante de bufandas de Mauritania, a quien los oficiales le solicitaron su documentación durante el operativo. La joven africana presenció la detención de un conocido.
“Yo no tengo miedo porque soy ciudadana de este país. Pero estoy muy triste porque se llevaron a gente honesta que no son criminales. Yo llegué a este país en el 2009 como refugiada, huyendo de situaciones terribles. Esto no lo había vivido nunca en Estados Unidos”, contó a El Diario.
Asimismo, ‘Michael’ un comerciante vietnamita, acudió como todos los días a su puesto de venta de lentes para el sol en el corazón del barrio chino. Calificó como “horrible” que se estén persiguiendo a personas trabajadoras. Y que sean tratadas como criminales violentos.
“Nosotros pagamos impuestos. Es una violación a los derechos civiles más elementales. Esto es Nueva York, una ciudad que ha sido construida y está sostenida en el esfuerzo de inmigrantes”, aseveró emocionado el vendedor.
En medio de esta incidencia, algunos comerciantes establecidos en el icónico vecindario neoyorquino, aunque no consienten la redades migratorias, sí consideran como razonable que no se siga viendo como una actividad normal, vender piratería de forma abierta en las aceras.
“Entiendo que muchas personas tienen derecho a ganarse la vida. Por mucho tiempo aquí se ha visto de una forma muy regular, algo que es ilegal y desleal con quienes tenemos establecimientos comerciales formales. La culpa la tiene la Ciudad por hacerse la vista gorda con estos delitos que no son nada disimulados”, opinó un comerciante de la calle Lafayette.

“Esto se está poniendo horrible”
Este operativo en el Bajo Manhattan, tuvo sin dudas un “efecto sísmico” en la vida de miles de indocumentados, que se dedican a la economía informal en la ciudad de Nueva York.
Entre las miles de experiencias personales, la vendedora de tamales mexicana “Berta”, quien prefirió mantener su anonimato para esta entrevista, compartió que su labor al preparar sus platillos, para ofrecer en las calles de Sun Set Park, en Brooklyn, estuvo marcada en la madrugada de este miércoles por mucha tristeza.
“Pensar que ahora, no solo debemos tenerle miedo a que la policía nos desaloje, o nos quiten la mercancía, sino que venga ‘La Migra’ y nos deporte. Esto sí se está poniendo horrible”, comentó.
Detrás de la inquietud de Berta hay una angustia compartida: ¿Se viene una nueva era de detenciones, que tendrá como foco a uno de los grupos de migrantes más vulnerables, que forman parte de la vida misma de la ciudad de Nueva York?
En este sentido, el director del Proyecto de Vendedores Ambulantes, Mohamed Attia, manifestó que los vendedores ya afrontan la aplicación de la ley por parte de diversas agencias municipales. Calificó el operativo federal del martes como “deplorable”.
“Están discriminando racialmente a los vendedores solo por su color de piel, su apariencia y su idioma. Y es realmente horroroso que seamos testigos de estos operativos”, remarcó Attia.
La Fiscalía recopila información
Tal fue la magnitud de esta inusual redada que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, instó a los neoyorquinos a enviar a un portal creado especialmente, videos u otra documentación, sobre estas acciones federales de control migratorio en el Bajo Manhattan.
“Todo neoyorquino tiene derecho a vivir sin miedo ni intimidación, Si presenciaron y documentaron la actividad de ICE ayer, les insto a que compartan esas imágenes con mi oficina. Nos comprometemos a revisar estos informes y evaluar cualquier violación de la ley. Nadie debe ser objeto de interrogatorio, detención o intimidación ilegal”, sugirió James.