
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue recibido con pitidos y gritos de “¡Fuera!” a su llegada a la plaza de Cánovas del Castillo durante el desfile militar del 12 de octubre, en Madrid. La jornada transcurrió con miles de asistentes ondeando banderas de España y un ambiente festivo marcado por las protestas al jefe del Ejecutivo.
Los abucheos e insultos se intensificaron cuando Sánchez saludó a la Familia Real, en especial al rey Felipe VI, la reina Letizia y las infantas Leonor y Sofía. Pese a la tensión, el presidente permaneció en la tribuna junto a los monarcas durante la interpretación del himno nacional.
Minutos después del acto, Sánchez se trasladó al Palacio Real para la tradicional recepción con más de mil invitados, pero abandonó el evento antes de las 14:00, tras un breve saludo a los Reyes y sus hijas.
Desde La Moncloa explicaron que la salida anticipada se debió a que el mandatario debía preparar su viaje a Egipto, donde participará en la firma del acuerdo que busca poner fin a la guerra en Gaza. Sin embargo, la decisión generó comentarios entre políticos y asistentes. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ironizó diciendo que “querrá comer con su familia”, mientras el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cuestionó: “¿Sánchez se ha marchado? ¿No le gusta el Día de la Hispanidad?”.
Horas antes, el presidente había felicitado la Fiesta Nacional a través de un mensaje en la red social X, expresando su orgullo por “la solidaridad, diversidad y riqueza cultural” de España.