Jerusalén.– Miles de habitantes de Gaza comenzaron a regresar este viernes a sus casas en medio de escenas de emoción y devastación, luego de que entrara en vigor el esperado alto el fuego entre Israel y Hamás, tras semanas de intensos enfrentamientos.
Aunque el Ejército israelí mantiene el control de más del 58% del territorio de la Franja, las autoridades militares han indicado que esperan concluir la retirada gradual de tropas para la tarde de este viernes, una vez se confirme la estabilidad del cese de hostilidades.
El acuerdo, mediado por Egipto, Catar y Estados Unidos, contempla además un intercambio de rehenes y prisioneros, lo que ha generado moderado optimismo en la comunidad internacional. Se prevé que Hamás libere a varios ciudadanos israelíes y extranjeros retenidos desde el inicio del conflicto, mientras que Israel excarcelará a decenas de palestinos.
Las imágenes difundidas por medios locales muestran a familias enteras caminando entre los escombros, buscando entre ruinas los restos de sus viviendas. Muchos desplazados aseguran que no queda casi nada, pero volver es un símbolo de resistencia y esperanza.
Las agencias humanitarias de la ONU han solicitado acceso inmediato a las zonas más afectadas, advirtiendo que la crisis humanitaria en Gaza continúa siendo crítica, con falta de agua, alimentos, electricidad y atención médica básica.
Pese a la calma relativa en las primeras horas del alto el fuego, analistas internacionales advierten que la paz aún es frágil y que la desconfianza entre las partes podría reavivar el conflicto si no se cumplen los términos acordados.
