
Un primer grupo de 200 soldados norteamericanos, procedentes de Estados Unidos y de bases en Medio Oriente, arribó a Israel bajo la coordinación del almirante Brad Cooper, actual jefe del Comando Central de Estados Unidos.
El despliegue tiene como eje la creación de un centro de control conjunto, así como la integración de efectivos militares provenientes de Egipto, Qatar, Turquía y posiblemente de Emiratos Árabes Unidos, que operarían en una base instalada en Egipto.
Esta operación, enmarcada en un acuerdo negociado directamente por Donald Trump, busca garantizar la liberación de rehenes y el repliegue parcial de las fuerzas israelíes de Gaza, con la intención de evitar una nueva escalada en el conflicto.
Por su parte, el mencionado Trump confirmó este viernes que viajará a Israel, donde hablará ante el Parlamento, y a Egipto, en el contexto de la posible firma que sellaría el acuerdo para poner el fin de la guerra en la Franja de Gaza. La comitiva presidencial llegaría a Medio Oriente este mismo fin de semana.