
NUEVA YORK – Mientras se mantiene el impasse en las negociaciones entre republicanos y demócratas en el Senado para evitar un cierre de gobierno a partir del 1 de octubre, un memo de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca instruye a los encargados de las agencias federales a preparar planes para potenciales despidos masivos en caso de concretarse la clausura.
Los congresistas abandonaron Washington D.C. el viernes rumbo a sus distritos sin una solución a la vista. Ese día, los demócratas en el Senado y dos republicanos rechazaron la propuesta de la mayoría para mantener abierto el gobierno federal por siete semanas más o hasta el 21 de noviembre.
Horas antes, la legislación había sido aprobada en Cámara de Representantes en una votación de 217 versus 212, en la que un demócrata se alineó a la mayoría.
Sin embargo, el grosor de los demócratas insiste en su contrapropuesta que, entre otras cosas, pide revertir los recortes al programa Medicaid en la ley de presupuesto aprobada por los republicanos en julio, así como extender de manera permanente los créditos fiscales que reducen las primas mensuales de “Obamacare” para millones de familias estadounidenses y que expiran a finales de este año.
Por el otro lado, los republicanos sostienen que su proyecto es “limpio”. La medida incluye $30 millones para seguridad a los legisladores en el Congreso, $58 millones en seguridad para funcionarios de la rama ejecutiva y judicial, así como fondos para el Distrito de Columbia.
Desde el fallido intento de darle paso a la resolución continua de los republicanos la semana pasada, el panorama no ha hecho más que complicarse.
Los demócratas insisten en que el presidente Donald Trump se reúna con ellos, mientras el republicano y líderes legislativos de esa delegación se mantienen en la negativa.
A principios de semana, trascendió que Trump planeaba reunirse el jueves con los líderes de la minoría tanto en la Cámara como en el Senado, es decir, Hakeem Jeffries y Chuck Schumer, respectivamente.
En un mensaje el miércoles en Truth Social, Trump dijo que descartó la idea del encuentro en respuesta a las exigencias poco serias y ridículas de la minoría.
“Tras analizar los detalles de las exigencias poco serias y ridículas de la minoría radical demócrata de izquierda a cambio de sus votos para mantener nuestro próspero país abierto, he decidido que ninguna reunión con sus líderes del Congreso podría ser productiva. Amenazan con cerrar el gobierno de Estados Unidos a menos que consigan más de un billón de dólares en nuevos gastos para continuar con la atención médica gratuita para los inmigrantes indocumentados (¡un costo monumental!), obligar a los contribuyentes a financiar cirugías transgénero para menores, incluir a personas fallecidas en las listas de Medicaid, permitir que delincuentes inmigrantes indocumentados roben miles de millones de dólares en beneficios a los contribuyentes estadounidenses, intentar obligar a nuestro país a abrir de nuevo sus fronteras a los delincuentes y al mundo, permitir que los hombres participen en deportes femeninos y, en esencia, crear operaciones transgénero para todos…”, expuso el presidente en parte de la publicación.
Un reporte de CNN que cita una fuente familiarizada con el tema, indica que el primer mandatario decidió descartar la cita tras mantener conversaciones con líderes del Partido Republicano la noche del lunes.
Supuestamente, Trump habló por teléfono con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y con el líder de la mayoría del Senado, John Thune. Alegadamente, Johnson tronó contra la extensión a las primas para la Ley de Atención Médica Asequible (ACA) bajo el argumento de que favorecería a inmigrantes indocumentados.
Poco antes de la publicación de Trump sobre que no se reuniría con los demócratas, Johnson había dicho que Jeffries y Schumer estaban haciendo solicitudes político partidistas.
“Chuck Schumer y Hakeem Jeffries han presentado exigencias partidistas descabelladas que intentan vincular a una RC (resolución continua) muy simple, a corto plazo y muy limpia. Solo queremos mantener el gobierno abierto para que nuestros encargados de asignar fondos puedan seguir haciendo su trabajo”, planteó el portavoz de los republicanos en la Cámara.
Memo de Casa Blanca pide hacer planes para posibles despidos masivos
Por otro lado, POLITICO reseñó el miércoles un memo de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca enviado a las agencias federales que las emplaza a preparar planes de reducción de fuerza laboral ante la eventualidad de un cierre gubernamental en caso de que no se llegue a un acuerdo en el Senado.
El documento hace particular énfasis en los programas que por ley no requieren continuación.
En específico, la OMB pidió a las agencias que identificaran programas, proyectos y actividades cuya financiación discrecional caduca el 1 de octubre y no exista fuente de financiación alternativa. De acuerdo con el informe del referido medio, la oficina de presupuesto ordenó la redacción de planes RIF que llevarían al descarte permanentemente de empleos en programas que no se ajustan a las prioridades del presidente.
“Los programas que no se beneficiaron de una inyección de asignaciones obligatorias sufrirán las consecuencias de un cierre”, indica la OMB, dirigida por Russ Vought, en el documento.
La información provista por un empleado de la OMB bajo condición de anonimato hace la distinción de que los programas que continuarán, independientemente de un cierre, incluyen el Seguro Social, Medicare, las prestaciones para veteranos, los relacionados a operaciones militares y fuerzas del orden, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el control del tráfico aéreo.
Schumer catalogó como “intimidación” las instrucciones en el memo.
“Esto es un intento de intimidación. Donald Trump ha estado despidiendo a empleados federales desde el primer día, no para gobernar, sino para intimidar. Esto no es nada nuevo y no tiene nada que ver con la financiación del gobierno”, expuso a través de la red social X.
“Estos despidos innecesarios serán revocados en los tribunales o el gobierno acabará contratando de nuevo a los trabajadores, como hizo esta semana”, puntualizó el líder senatorial.
Cabe señalar que El Diario contactó este miércoles a personal de prensa de Schumer para pedir una declaración sobre el tranque en las negociaciones, pero no hemos recibido respuesta.
Otros senadores demócratas se sumaron al cuestionamiento de su portavoz.
Por ejemplo, el de Oregon, Mark Warner, expuso por la misma red que “el último ultimátum de Trump es claro: aumenta las primas de los estadounidenses un 75 % o despedirá a miles de dedicados trabajadores federales”.
Agregó: “Para Trump, la vida y el sustento de las personas son solo moneda de cambio”.
Por su parte, la senadora de New Hampshire, Jeanne Shaheen, anticipó un alza en las primas de Obamacare si los republicanos no incluyen la provisión de la minoría.
“Si el Congreso no extiende los créditos fiscales para las primas mejoradas de la ACA, 20 millones de estadounidenses verán un aumento drástico en el costo de las primas y otros 4 millones perderán su cobertura por completo. Mis colegas republicanos deben participar en la negociación para que podamos evitar este desastre”, compartió por la red.
El senador John Hickenlooper, de Colorado, argumentó que la negativa de los republicanos es un intento de adelantar el Proyecto 2025.
“Esto es intimidación. No contribuye en nada a reducir los costos para las familias trabajadoras y es una excusa para acelerar el Proyecto 2025. Podemos financiar al gobierno y reducir los costos de la atención médica. ¿Por qué los republicanos no aceptarían ese acuerdo?”, criticó.
En otra entrada, el legislador resaltó que Trump necesita del apoyo de los demócratas para darle paso a cualquier medida para evitar el cierre de gobierno.
“Aquí están los cálculos: Trump necesita 7 demócratas en el Senado para aprobar su proyecto de ley para financiar al gobierno. Pero acaba de dar marcha atrás en su postura de negociar con nosotros una vez más. Voto en contra a menos que abordemos los altísimos costos causados por los recortes y aranceles a la atención médica”, afirmó.
El senador de Oregon, Jeff Merkley, expuso que la Administración no quiere resolver la crisis de salud pública.
“Las mujeres embarazadas no pueden acceder a la atención de maternidad que necesitan. Las personas se enfrentan a primas que se disparan. 15 millones de personas cancelaron su cobertura médica. Esta es la crisis de salud de Trump, y los republicanos prefieren cerrar el gobierno antes que arreglar el desastre que crearon”, sentenció Merkley.
Mark Warner, senador de Virginia, también cuestionó las prioridades del presidente.
“El último ultimátum de Trump es claro: aumenta las primas de los estadounidenses un 75 % o despedirá a miles de dedicados trabajadores federales. Para Trump, la vida y el sustento de las personas son solo moneda de cambio”, consideró el legislador.
La senadora de Hawaii, Mazie Hirono, señaló que Trump tiene que dejar el doble discurso sobre la necesidad de que los presidentes ayuden a buscar la solución a un potencial “shutdown”.
“Cuando los demócratas estaban en el poder, Trump dejó claro que acudía al presidente para encontrar una solución que mantuviera el financiamiento del gobierno. Pues ahora te toca a ti, Trump”, emplazó.
Un cierre de gobierno también tendría impacto en oficinas de agencias federales en territorios como Puerto Rico, y podría dejar a empleados no esenciales fuera de labores.
El Diario también se comunicó con personal de la Oficina de Asuntos Públicos de la Fortaleza para pedir información sobre cómo están manejando el potencial cierre de gobierno, y esperamos por respuesta.