
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a los países europeos y a sus aliados en la OTAN a endurecer las sanciones contra Rusia y pidió la suspensión total de la compra de petróleo ruso.
Durante una declaración a la prensa en Nueva Jersey, Trump fue enfático al exigir que Europa debe cortar el suministro de petróleo ruso, “Europa le compra petróleo a Rusia, no quiero que compren petróleo, y las sanciones que están imponiendo no son lo suficientemente duras. Estoy dispuesto a imponer sanciones, pero ellos tendrán que endurecerlas en proporción a lo que yo estoy haciendo”, expresó el mandatario.
Este mensaje se suma a la carta que envió el sábado a los miembros de la OTAN, en la que condicionó la adopción de nuevas sanciones a la interrupción total de las importaciones de crudo ruso por parte de todos los aliados.
“Estoy dispuesto a imponer importantes sanciones a Rusia cuando todas las naciones de la OTAN hayan acordado y comenzado a hacer lo mismo, y cuando todas las naciones dejen de comprar petróleo a Rusia”, enfatizó Trump.
La presión de Trump recae principalmente en países como Turquía, Hungría y Eslovaquia, que se mantienen entre los pocos gobiernos europeos que todavía realizan intercambios energéticos con Moscú, pese a que la mayoría de las naciones del continente suspendieron estas operaciones tras el inicio de la invasión de Ucrania en 2022.
Estados Unidos y la Unión Europea han sostenido un régimen de sanciones financieras y comerciales contra Rusia desde el inicio del conflicto, aunque estas medidas aún no han logrado frenar la ofensiva. El planteo de Trump ocurre en un contexto de máxima tensión, después de que 19 drones rusos cruzaran recientemente el espacio aéreo de Polonia.
La OTAN informó que interceptó y derribó los aparatos, un hecho que elevó la preocupación por una escalada fuera del territorio ucraniano y reavivó el debate sobre las sanciones y la cooperación defensiva en Europa del Este.
Trump también insistió en que países como Hungría, Turquía y Eslovaquia suspendan sus compras energéticas a Moscú y pidió que el G7 y el G20 se unan para aplicar restricciones adicionales, en paralelo, planteó la imposición de aranceles más duros contra China. El mandatario propuso gravámenes del 100% sobre productos chinos, con el objetivo de que Pekín utilice su influencia sobre Moscú para contribuir al cese de la guerra.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, respaldó los reclamos globales por mayores sanciones y destacó la necesidad de cortar el flujo de financiamiento derivado de las exportaciones energéticas rusas, “Cualquiera que busque el fin de esta guerra debe tomar las medidas necesarias para detener la maquinaria bélica de Rusia”, afirmó en un mensaje dirigido a la ciudadanía y a los socios internacionales.
Zelensky subrayó que el comercio de petróleo y otros recursos energéticos es uno de los principales motores de la campaña militar rusa, “La guerra de Putin terminará cuando él, y solo él, ya no pueda continuar con ella. Por eso también son necesarias sanciones contundentes contra los terminales que envían y reciben petróleo ruso”, señaló.