
Durante unas pocas semanas esperanzadoras este verano, una luminosa valla publicitaria en la principal autopista que une Toronto con Nueva York daba la bienvenida a los conductores canadienses con un sencillo mensaje: “Buffalo ama a Canadá”.
La campaña de marketing, que incluía el sorteo de una tarjeta regalo de 500 dólares, tenía como objetivo mostrar a los vecinos del norte de Buffalo que eran bienvenidos, deseados y echados de menos.
Al principio, parecía que podría funcionar, explicó Patrick Kaler, director ejecutivo de la organización turística local Visit Buffalo Niagara. Más de 1,000 personas participaron en el sorteo. Pero a finales de julio, estaba claro que la acostumbrada oleada veraniega de visitantes canadienses no llegaría este año a la ciudad.
Las lucha de Buffalo refleja una caída más generalizada del turismo internacional en Estados Unidos que, según advierten analistas de viajes, podría prolongarse. Desde las ciudades fronterizas del norte hasta los principales puntos turísticos como Las Vegas y Los Ángeles, los destinos turísticos populares reportaronn una caída de visitantes extranjeros este verano.
Expertos y funcionarios locales atribuyen esta tendencia, que se notó por primera vez en febrero, al regreso del presidente, Donald Trump, a la Casa Blanca. Han afirmado que sus aranceles, sus políticas de inmigración y sus repetidas declaraciones sobre anexarse Canadá y Groenlandia han alejado a los viajeros de otras partes del mundo.
“Ver cómo el tráfico se reduce de forma tan significativa, especialmente debido a una retórica que se puede cambiar, es muy desalentador”, afirmó Kaler.
Cada vez menos turistas
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo pronosticó antes del Día de los Caídos que Estados Unidos sería el único país de los 184 estudiados en el que el gasto de los visitantes extranjeros disminuiría en 2025. El hallazgo fue “un claro indicador de que el atractivo global de Estados Unidos está disminuyendo”, aseveró la asociación industrial mundial.
“La mayor economía mundial en materia de viajes y turismo va en la dirección equivocada”, apuntó Julia Simpson, presidenta y directora ejecutiva del consejo. “Mientras otros países despliegan la alfombra de bienvenida, el Gobierno de Estados Unidos está colocando el cartel de ‘cerrado’”.
Por su parte, la empresa de investigación turística Tourism Economics predijo este mes que Estados Unidos registraría un descenso del 8.2% en las llegadas internacionales en 2025, lo que supone una mejora con respecto a su anterior previsión de un descenso del 9.4%, pero muy por debajo de las cifras de visitantes extranjeros al país antes de la pandemia de COVID-19.
“El impacto en la confianza ha resultado ser grave”, indicó la empresa, señalando que las reservas de las aerolíneas indican que “la fuerte desaceleración de los viajes entrantes” de mayo, junio y julio probablemente persistirá en los próximos meses.
Deborah Friedland, directora general de la empresa de servicios financieros Eisner Advisory Group, aseveró que el sector turístico estadounidense se enfrenta a múltiples dificultades: el aumento de los costos de los viajes, la incertidumbre política y las continuas tensiones geopolíticas.
Desde que regresó al cargo, Trump ha redoblado algunas de las políticas de línea dura que definieron su primer mandato, reactivando la prohibición de viajar dirigida principalmente a países africanos y de Medio Oriente, endureciendo las normas para la concesión de visados e intensificando las redadas masivas contra inmigrantes.
Al mismo tiempo, la presión para imponer aranceles a los productos extranjeros, que rápidamente se convirtió en una característica definitoria de su segundo mandato, dio a algunos ciudadanos de otros países la sensación de que no eran bienvenidos.
“La percepción es la realidad”, contó Friedland.
Menos viajeros de Europa, Asia y África
Los organizadores de un evento internacional de baile dijeron que la impresión de hostilidad de Estados Unidos hacia los extranjeros los llevó a posponer el evento, que estaba previsto que se celebrara este mes en Harlem, en la ciudad de Nueva York.
A los tres meses del segundo mandato de Trump, los competidores internacionales comenzaron a retirarse de la final mundial del Campeonato Internacional de Lindy Hop, alegando que se sentían rechazados, explicó la coproductora del evento, Tena Morales. Aproximadamente la mitad de los asistentes cada año proceden de fuera de Estados Unidos, principalmente de Canadá y Francia, añadió.
Los organizadores del concurso están considerando la posibilidad de celebrar la competición anual en otro país hasta que termine la presidencia de Trump, añadió Morales.
“El clima sigue siendo el mismo y lo que escuchamos sigue siendo lo mismo, que (los bailarines) no quieren venir aquí”, afirmó.
La capital del país, donde el Gobierno de Trump desplegó en las últimas semanas a miembros de la Guardia Nacional y asumió la gestión de la estación Union Station, también ha notado el impacto.
Las autoridades turísticas locales han pronosticado una caída del 5.1% en el número de visitantes internacionales para este año. La organización de marketing Destination DC dijo la semana pasada que planeaba “contrarrestar la retórica negativa” sobre la ciudad con una campaña en la que participarían residentes y se destacaría el “lado más personal” de Washington.
Los datos del Gobierno federal confirman una caída general de las llegadas internacionales durante los primeros siete meses del año. El número de visitantes extranjeros, una categoría que no incluye a los viajeros procedentes de México o Canadá, disminuyó en más de 3 millones, es decir, un 1.6%, en comparación con el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con cifras preliminares de la Oficina Nacional de Viajes y Turismo.
Como generador de turismo, Europa Occidental registró una caída del 2.3%, con una disminución del 19% en los visitantes procedentes de Dinamarca, del 10% en los que llegan de Alemania y del 6.6% en los procedentes de Francia. Se observó una tendencia similar en Asia, donde los datos de Estados Unidos mostraron descensos de dos dígitos en las llegadas procedentes de Hong Kong, Indonesia y Filipinas. En julio también habían viajado a Estados Unidos menos residentes de países de toda África.
Sin embargo, los visitantes de algunos países, entre ellos Argentina, Brasil, Italia y Japón, han llegado en mayor número.
Llenar el vacío de los turistas canadienses
Tampoco todos los destinos de Estados Unidos registraron un verano flojo en cuanto al turismo.
En la península de Door, al este de Wisconsin, que se extiende a ambos lados del lago Michigan y Green Bay, un flujo constante de fieles visitantes del Medio Oeste contribuyó a que las empresas locales tuvieran un verano muy bueno, precisó Jon Jarosh, portavoz de Destination Door County.
Muchos propietarios de negocios informaron de un notable aumento del tráfico peatonal tras un comienzo de temporada más tranquilo, agregó Jarosh, y las aceras estaban abarrotadas y los restaurantes llenos a mediados del verano.
Los ejecutivos de las principales aerolíneas estadounidenses indicaron el mes pasado que los pasajeros estadounidenses que reservaban tarifas aéreas premium ayudaron a llenar sus vuelos internacionales y que la demanda de vuelos nacionales estaba repuntando tras un rendimiento inferior al esperado en la primera mitad de 2025.
La Administración Federal de Aviación (FAA) precisó que se estaba preparando para lo que se espera que sea el fin de semana del Día del Trabajo más concurrido en 15 años. Las reservas de las aerolíneas estadounidenses aumentaron alrededor de un 2% en comparación con 2024 para el largo fin de semana festivo que comenzó el jueves, de acuerdo con la empresa de análisis de aviación Cirium.
Sin embargo, a medida que el verano llega a su fin, la ausencia de visitantes extranjeros en Buffalo sigue siendo evidente, de acuerdo con Kaler, director de Visit Buffalo Niagara.
Canadá envió el año pasado más de 20.2 millones de visitantes a Estados Unidos, más que cualquier otro país, de acuerdo con datos del Gobierno federal. Pero este año, los residentes de Canadá han sido de los más reacios a visitar el país.
En un giro radical, más residentes estadounidenses cruzaron a Canadá en junio y julio que al revés, de acuerdo con la agencia nacional de estadísticas de Canadá. Statistics Canada afirmó que era la primera vez que esto ocurría en casi dos décadas, con la excepción de dos meses durante la pandemia.
Solo en julio, el número de residentes canadienses que regresaron de Estados Unidos en coche se redujo un 37% con respecto al año anterior, y los viajes de vuelta en avión disminuyeron un 26%, según la agencia.
Como resultado, Visit Buffalo Niagara cambió sus esfuerzos de marketing este verano a ciudades como Boston, Philadelphia y Chicago. Los eventos deportivos infantiles amateurs también ayudaron a llenar el vacío dejado por los turistas canadienses.
“Siempre daremos la bienvenida a los canadienses cuando sea el momento adecuado”, agregó Kaler. “No quiero que los canadienses sientan que los vemos solo como signos de dólar o una transacción en nuestras cajas registradoras. Significan mucho más para nosotros que eso”.