Desconocidos ingresaron a la Funeraria San Rafael, situada en la calle Vicente Noble de Azua, y se llevaron un ataúd cuyo valor supera los 90 mil pesos. Según el propietario, Welinton Céspedes, los desaprensivos penetraron en el establecimiento y sustrajeron la caja mortuoria sin que se reportaran otras pérdidas materiales.
Céspedes detalló que la acción de los intrusos sorprendió al personal del lugar, que no pudo impedir la sustracción del ataúd. “Ingresaron a mi negocio y se llevaron la caja mortuoria”, indicó el dueño, subrayando la magnitud del hecho y la preocupación que ha generado entre sus trabajadores y clientes habituales de la funeraria.
El robo ha sido reportado a las autoridades locales, quienes han iniciado las investigaciones correspondientes para dar con los responsables. La Policía Nacional se encuentra en la zona recopilando evidencia y testimonios que permitan identificar a los involucrados en el ilícito y recuperar el ataúd sustraído.
La institución policial aseguró que trabaja de manera constante para localizar a los responsables y ponerlos a disposición de la justicia. Las autoridades solicitan la colaboración de la comunidad, indicando que cualquier información relacionada con el suceso será útil para esclarecer los hechos y facilitar la recuperación del objeto de valor.
Este incidente ha generado alarma en los vecinos y comerciantes de la calle Vicente Noble, quienes han expresado su preocupación por la seguridad en la zona. El propietario de la funeraria reiteró su confianza en las labores de la Policía Nacional y la importancia de que se actúe con rapidez ante este tipo de situaciones.
Por su parte, la funeraria evalúa reforzar sus medidas de seguridad para prevenir futuros episodios similares. El propietario destacó que, además del valor económico del ataúd, se trata de un objeto de gran importancia para las familias que confían en sus servicios, lo que aumenta la gravedad del hecho.
Las autoridades continúan con la investigación y no descartan la posibilidad de que los responsables sean individuos conocidos en el área, aunque hasta el momento no se ha divulgado información adicional sobre posibles sospechosos. La Policía Nacional mantiene un operativo permanente para esclarecer el caso y garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales.
El caso del robo en la Funeraria San Rafael subraya la necesidad de fortalecer la vigilancia en comercios y espacios públicos de Azua, así como la cooperación ciudadana para prevenir hechos delictivos similares. Las investigaciones seguirán avanzando hasta recuperar el ataúd y llevar a los responsables ante la justicia correspondiente.
