
El exmandatario, de 73 años, fue condenado por fraude procesal y soborno de testigos. Ha dicho que pretende apelar ante un tribunal superior.
El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez fue sentenciado este viernes a 12 años de prisión domiciliaria por la jueza Sandra Heredia, que el lunes lo había condenado como culpable de fraude procesal y soborno de testigos.
El caso contra Uribe, que todavía puede apelar, ha sido inédito al tratarse del primero en contra de un exmandatario colombiano en la historia de ese país.
Uribe ha estado bajo prisión domiciliaria desde 2020 como resultado de la investigación, y ahora se le añadirían los años de condena. La sentencia señala que también deberá pagar una multa de 2,420 salarios mínimos legales vigentes (unos 3.4 millones de pesos colombianos, o más de 800,000 dólares) y le prohíbe ejercer o postularse a cargos públicos por los próximos ocho años.
Uribe fue presidente entre 2002 y 2010, y sigue siendo una figura importante en la política colombiana, pues encabeza el partido Centro Democrático, que es la principal fuerza opositora al actual presidente izquierdista, Gustavo Petro.
La investigación contra el exmandatario conservador empezó en 2018, a partir de denuncias sobre que Uribe mandó a aliados suyos a sobornar o manipular a testigos que lo señalaban de tener vínculos con fuerzas paramilitares en el país, como parte de la campaña que Uribe libró durante su presidencia en contra de grupos armados.
Una comisión de la verdad formada en 2017 indicó que durante el Gobierno de Uribe se registraron números especialmente altos de los casos llamados «falsos positivos», en los que civiles fueron asesinados por las fuerzas armadas para identificar falsamente a los fallecidos como si fueran rebeldes.
El año pasado la fiscalía procedió a imputar los cargos contra el exmandatario, alegando que impidió el curso de la justicia con los sobornos reportados a paramilitares.
“El acusado concibió, impulsó y respaldó un plan orientado a desviar el curso de la justicia penal mediante la utilización de terceros”, dijo la fiscalía durante el juicio, según se consigna en el fallo de más de 1,100 páginas que emitió Heredia.
Uribe además fue acusado de intentar sobornar a los testigos para que dijeran que un rival político suyo, el senador Iván Cepeda, estaba orquestando las denuncias sobre paramilitarismo como parte de una presunta campaña de calumnia.
Uribe todavía puede apelar o recurrir la sentencia, lo que ha dicho que hará ante el Tribunal Superior de Bogotá. Uribe siempre ha alegado que las acusaciones son solo una supuesta persecución política.
«Estoy en la preparación de la argumentación para sustentar la apelación de mi defensa material», declaró en la red social X este viernes por la mañana.
El Gobierno estadounidense de Donald Trump ha sido critico de las acciones judiciales en contra de Uribe, que durante su presidencia fue aliado cercano de la Casa Blanca.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, declaró esta semana que según él Uribe solamente es «culpable de defender a su patria», y Rubio además dijo sin ofrecer evidencia alguna que cree que el sistema judicial colombiano estaría siendo «mal usado» por supuestos «jueces radicales».
Rubio no ofreció ninguna prueba para respaldar estas denuncias, que la Corte Suprema de Justicia y otros organismos judiciales independientes criticaron como sin fundamentos.