
Ghislaine Maxwell contactó a los amigos ricos y poderosos de su expareja y delincuente sexual Jeffrey Epstein para que mandaran cartas escritas a mano felicitando al multimillonario por su cumpleaños número 50.
Según un informante estadounidense, citado por medios británicos, entre esos amigos estaba el príncipe británico Andrés.
«Ghislaine fue la impulsora de los homenajes de cumpleaños. Quería que se tratara de un quién es quién del círculo íntimo de Epstein, y se apoyó en mucha gente para que escribiera algo. No se trataba de simples saludos casuales. Ghislaine quería mensajes personales y significativos«, dijo.
Las notas fueron encuadernadas en un álbum de cuero, descubierto por investigadores del Departamento de Justicia de EE.UU. durante una investigación sobre el círculo íntimo del magnate financiero. Salió a la luz después de que se informara que el presidente de EE.UU., Donald Trump, había contribuido con una nota firmada que contenía el dibujo de una mujer desnuda.
«Jeffrey siempre vio a Andrés como el mejor de sus amigos«, agregó la fuente, señalando que el gestó fue presentado como una «celebración de la brillantez de Epstein, su generosidad, su supuesta mente única; hizo que pareciera un honor ser incluido«.
Se desconoce si el duque de York envió un mensaje. Sin embargo, su amistad en aquel momento ya estaba consolidada. El príncipe era un personaje habitual de las reuniones sociales con Epstein, a quien conoció en 1999 gracias a Maxwell. Visitó al financiero en Nueva York, Florida y las Islas Vírgenes estadounidenses, y lo recibió en Balmoral, el Castillo de Windsor, Sandringham y Royal Ascot.
El príncipe Andrés ha negado constantemente tener conocimiento de los crímenes de Epstein.
En un expediente judicial de 2014, una de las víctimas, Virginia Giuffre, afirmó que Epstein se la prestó a Andrés y que había sido obligada a tener relaciones sexuales con él en tres ocasiones durante su adolescencia. El duque ha negado las acusaciones. En 2021, ella lo demandó en Nueva York por abuso sexual, que él resolvió extrajudicialmente con un acuerdo supuestamente por un valor de 12 millones de libras esterlinas (16 millones de dólares). El escándalo le costó a Andrés sus títulos reales y su reputación.
Giuffre, una de las supervivientes más destacadas de los abusos sexuales de Epstein, se suicidó en Australia en abril de este año, a los 41 años.