Santo Domingo, República Dominicana. La psicóloga y terapeuta Ana Simó ha abordado recientemente una conducta que, según su experiencia profesional, afecta con frecuencia a muchas relaciones de pareja. En sus declaraciones, destacó un patrón que se repite en ciertas dinámicas afectivas, donde la falta de confianza de una persona puede conducir a resultados no deseados en el vínculo amoroso.
Simó explicó que ha observado cómo algunas mujeres, al no confiar en sí mismas ni en sus parejas, generan tensiones constantes dentro de la relación. Esto, indicó, puede terminar provocando justamente aquello que se teme. De acuerdo con la especialista, la raíz de este comportamiento suele estar asociada a vacíos personales no resueltos, lo que deriva en actitudes marcadas por la sospecha continua y el cuestionamiento repetido.
“Decidió tranquilizarse contigo y tú todo el tiempo estás buscando, porque simplemente no confías en ti, y como tú no confías en ti, lo lanzas a que te pegue un cuerno”, expresó Simó, haciendo referencia a la forma en que algunos vínculos se ven perjudicados por una constante falta de seguridad emocional.
La terapeuta señaló que muchos hombres, al sentirse juzgados o vigilados de manera permanente por sus parejas, terminan reaccionando negativamente. Según sus observaciones clínicas, no se trata de justificar comportamientos cuestionables, sino de mostrar cómo el entorno emocional dentro del hogar puede influir directamente en la toma de decisiones que afectan a la pareja.
“Son de los que me dicen: ‘pero como ella cree que yo siempre estoy pegando un cuerno, pues déjame pegárselo, porque total, ella nunca me cree’”, relató Simó. Este testimonio refleja cómo la presión psicológica y la sensación de ser constantemente acusado pueden llevar a algunas personas a actuar conforme a esas expectativas, incluso si no tenían esa intención inicialmente.
Para Simó, esta clase de situaciones no justifican decisiones que hieren a la pareja, pero sí abren una puerta para comprender el impacto de la desconfianza sin fundamento. La experta señala que este tipo de dinámica puede ser vista como una profecía que termina cumpliéndose, donde los temores no enfrentados se convierten en las mismas causas que deterioran la relación.
La reflexión que plantea Ana Simó apunta a una revisión personal. Invita a quienes viven con inseguridades emocionales a mirar primero hacia su interior antes de emitir acusaciones o suposiciones sin base. Según explicó, una relación estable no puede construirse sin respeto mutuo, pero también necesita que ambas partes mantengan una autoestima clara, sólida y madura.
Finalmente, la especialista advirtió que la vigilancia continua y los cuestionamientos constantes tienden a debilitar el vínculo emocional, generando un entorno de tensión que puede resultar perjudicial. Simó reafirma que cultivar la confianza es una tarea compartida, que debe surgir desde el interior de cada persona para poder proyectarse de forma sana hacia el otro.
