La India contabilizó este jueves un nuevo récord de infecciones por coronavirus con 412.262 casos en las últimas 24 horas, además de el número más elevado de muertes registrado hasta la fecha en el país, en medio de una segunda ola de la pandemia que ha provocado escasez de oxígeno y de camas.
Con los últimos contagios, el país asiático cruzó la barrera de los 21 millones de casos desde el inicio de la pandemia, según los últimos datos del Ministerio de Salud indio. Algunos expertos consideran que esas cifras oficiales están muy por debajo de la realidad.
Este nuevo récord rompió una serie de varios días de disminución de casos. Tras un máximo de 402.000 contaminaciones diarias el viernes pasado, en los días siguientes hubo una ligera disminución a 357.000 antes de volver a aumentar el martes.
El violento aumento del números de casos desde fines de marzo sumergió a los hospitales que enfrentan penuria de camas, medicamentos y oxígeno.
El gobierno de Narendra Modi se niega a decretar un confinamiento generalizado, pero varias regiones, entre ellas la Nueva Delhi, la capital, Bihar y Maharashtra, optaron por confinar a la población.
Los especialistas consideran que lo peor está por venir y que el pico epidémico se alcanzaría recién dentro de unas semanas.