
El Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional dictó una sentencia de 30 años de privación de libertad contra Emilio Manuel Suero, conocido también como Emilito, Güebo o Güebito, y Eury Canela Javier, identificado como Japón o Yeury. Ambos fueron hallados responsables por la pérdida del capitán del Ejército Carlos Guillen Salas, ocurrida en el sector Villa María, en el Distrito Nacional, en junio de 2024.
El tribunal estuvo presidido por la jueza Arlín Ventura Jiménez, y también lo conformaron las magistradas Leticia Martínez y Evelin Rodríguez. De acuerdo con la decisión judicial, las dos personas deberán cumplir la condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres. En ese recinto ya se encontraban recluidos bajo medida de prisión preventiva mientras avanzaba el proceso legal en su contra.
Durante el desarrollo del juicio, la fiscal litigante Carleny Camilo presentó un conjunto de pruebas que incluyó elementos materiales, análisis periciales, documentos legales y testimonios de personas vinculadas al caso. Según fue establecido por el tribunal, las pruebas ofrecidas permitieron confirmar de forma clara la responsabilidad penal de los sentenciados en los hechos ocurridos.
La situación que llevó a este proceso judicial tuvo lugar en el sector Villa María, en la provincia del Distrito Nacional, cuando el capitán del Ejército Carlos Guillen Salas fue afectado de forma irreversible durante un hecho considerado como un asalto. A partir de ese momento, las autoridades iniciaron una investigación que concluyó con la detención de Emilio Manuel Suero y Eury Canela Javier.
El proceso penal se desarrolló conforme a los procedimientos establecidos por el sistema judicial dominicano, y el fallo del tribunal representa la pena máxima contemplada por la legislación en estos casos. La decisión incluye la disposición expresa de que la pena sea cumplida en el mencionado centro penitenciario, sin que se haya mencionado hasta ahora ninguna apelación por parte de los condenados.
El tribunal valoró como suficientes todas las pruebas presentadas por la fiscalía para establecer que los imputados participaron activamente en los hechos que provocaron la pérdida del capitán Guillen Salas. En este sentido, las magistradas coincidieron en que la evidencia ofrecida no dejaba lugar a dudas sobre la responsabilidad de ambas personas.
El caso ha seguido su curso dentro de los marcos legales correspondientes, y la sentencia ya ha sido dictada formalmente.