Mientras la violencia armada ha protagonizado las calles de NYC en 2020, más de 3 mil sospechosos arrestados fueron liberados de enero a noviembre. Y en diciembre el panorama no ha cambiado.
En promedio, 88% de los detenidos por cargos de armas este año están de vuelta en las calles, lo que según la policía de Nueva York ha provocado un aumento histórico en los tiroteos que han dejado más de 1,756 víctimas, entre muertos y heridos.
Aproximadamente 3,345 (88.1%) de los 3,793 sospechosos arrestados entre el 1 de enero y el 30 de noviembre por delitos con armas de fuego quedaron libres, y sólo 450 están actualmente en la cárcel, reconoció NYPD.
Algunos de los sospechosos pagaron una fianza, pero los jueces debieron soltar a otros según las leyes de reforma penal vigentes desde el 1 de enero, que les prohíben fijar un monto en algunos casos de posesión de armas considerados “no violentos”. Además, con la crisis del coronavirus, la orden desde marzo ha sido vaciar las cárceles en lo posible, para evitar contagios.
La policía de Nueva York ha culpado repetidamente a esos dos fenómenos por el impresionante aumento del 96% en tiroteos este año. “Hemos realizado un número asombroso de arrestos por armas de fuego, sacando armas de las calles a los delincuentes… pero cuando miras, tres días después, cuatro días después, esas personas están de vuelta en la calle cometiendo más violencia con armas”, reconoció la semana pasada el comisionado de NYPD, Dermot Shea.
Al jueves 10 de diciembre, NYC sumaba 1,451 balaceras en 2020 y estaba en camino de alcanzar un máximo no visto en 14 años. Las estadísticas a raíz de los comentarios de Shea muestran que la gran mayoría de los acusados con acceso conocido a armas salen libres y muy posiblemente cometen nuevos delitos.
Entre los sospechosos en los tiroteos de este año, 40% ya había sido capturado con un arma anteriormente, destacó NYPD. Y de los 3,793 arrestados en los primeros 11 meses del año por cargos de armas, 247 de ellos fueron acusados de nuevos delitos también con armas dentro de los 60 días posteriores a su detención inicial. Sólo 32 de esos 247 están actualmente en la cárcel.
Otras 24 personas arrestadas por delitos con armas de fuego anteriormente fueron nombradas como sospechosas en un segundo delito dentro de los 60 días posteriores a su primer arresto, acotó New York Post.
Los críticos dicen que la justicia burocrática de “puerta giratoria” de entrar y salir de la cárcel es peligrosa. “Si una persona está dispuesta a dispararle a alguien, ¿por qué le damos la oportunidad de hacerlo de nuevo?”, preguntó retóricamente Joseph Giacalone, profesor del John Jay College of Criminal Justice y sargento detective retirado de la policía de Nueva York. “Puedo escuchar a los reformadores argumentar que la mayoría de los pistoleros no han [cometido nuevos delitos]. Dígaselo a las familias de las víctimas”.
Previamente, el experto Dr. Robert González, profesor de justicia penal en la Universidad Saint John’s, destacó la gravedad, diciendo que él habría esperado que la violencia con armas de fuego disminuyera al haber menos gente en la calle debido al COVID-19. Para que la policía controle la violencia armada, González cree que NYPD debe reagrupar la unidad que cerró en junio en medio de un polémico recorte presupuestario movido por la Alcaldía y el Concejo Municipal.
También hay un déficit policial tras renuncias y jubilaciones masivas, mientras la violencia no cede en las calles, las bodegas ni el transporte público, a pesar de que en teoría NY es un estado estricto para la compra de armas.