
Trump planea hacer más difícil el examen de ciudadanía y priorizar visas H-1B para empresas que ofrezcan salarios más altos, según USCIS
El gobierno del presidente Donald Trump planea endurecer las pruebas para obtener la ciudadanía estadounidense, con el objetivo de hacer el examen cívico más riguroso, según declaró el nuevo director de la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), Joseph Edlow, en una entrevista con The New York Times.
Edlow afirmó que la actual prueba de ciudadanía es demasiado fácil y aseguró que el gobierno de Trump está trabajando para devolver el examen a su versión más exigente, similar a la que implementó durante su primer mandato. En ese entonces, el número de preguntas aumentó de 10 a 20, y los solicitantes debían responder correctamente al menos 12 para aprobar, frente a las 6 correctas de la versión actual.
El examen de naturalización es un paso final en el proceso hacia la ciudadanía estadounidense, que puede durar varios años y requiere que el solicitante haya sido residente legal permanente antes de solicitar la ciudadanía. Durante la administración de Biden, se revirtió la modificación hecha por Trump en 2020, restaurando el examen cívico a su versión de 2008.
Edlow también destacó que USCIS priorizará la emisión de visas H-1B a empresas que ofrezcan salarios más altos, con la finalidad de evitar que se utilicen para reducir costos laborales al contratar extranjeros. Esta medida responde a las críticas de la facción más dura del Partido Republicano, que considera que el programa actual desplaza a los trabajadores estadounidenses.
Visa H-1B y su impacto en la industria tecnológica
La visa H-1B es un tipo de visa de no inmigrante utilizada comúnmente en la industria tecnológica para trabajadores altamente calificados. Aunque originalmente destinada a estancias temporales, algunos beneficiarios terminan obteniendo la residencia permanente en Estados Unidos, a través de otros procesos migratorios. La iniciativa de Trump apunta a mejorar la competitividad de los trabajadores estadounidenses, aunque ha sido defendida por sectores como el tecnológico, que consideran estas visas esenciales debido a la escasez de talento local.
La propuesta, si se lleva a cabo, podría reconfigurar el panorama de la inmigración laboral en Estados Unidos, especialmente en un momento en el que la competencia por trabajadores calificados se intensifica a nivel global.