28 de marzo de 2024

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JOHN GOTTI | EL MAFIOSO DE NY QUE LE DIO DOLOR DE CABEZA AL FBI

John Joseph Gotti, Jr KtMBE (27 de octubre de 1940 – 10 de junio de 2002), también conocido como The Dapper Don y The Teflon Don, fue un mafioso estadounidense que llegó a ser jefe de la Familia criminal Gambino, desde 1985 hasta su muerte en 2002.

Infancia de John Gotti

John Joseph Gotti Jr. nació el 27 de octubre de 1940 en el barrio neoyorquino del Bronx. Era el quinto hijo de los once —siete chicos y cuatro chicas— que tuvieron los ítalo-estadounidenses John Joseph Gotti (hijo de Giovanni Gotti inmigrante italiano de San Giuseppe Vesuviano en Napoles) y Philomena “Fannie” DeCarlo (también de ascendencia italiana), una abnegada y sencilla mujer capaz de criar a sus hijos en un entorno hostil. Él y sus hermanos crecieron en una zona deprimida del sur del Bronx, hasta que su padre pudo ahorrar algo de dinero y se trasladaron a Brooklyn.1

A una edad temprana el bravucón “Johnny Boy” aprendió a usar sus puños, y sus primeros sueños de convertirse en un hombre de negocios o un doctor pronto dejaron paso a los de ser uno de los pendencieros que solían verse por las calles de Brooklyn. Junto a sus hermanos Peter y Richard, John entró a formar parte de una banda callejera, con cuyos miembros se juntaba siempre que se escapaba de la escuela, donde era mal visto debido a su molesta actitud.

En 1954, el joven aprendiz de ladrón resultó herido mientras participaba en el robo de una mezcladora de cemento de una construcción; ésta le cayó encima de los dedos de un pie y tuvo que permanecer hospitalizado durante todo un verano. Debido a ello, a Gotti siempre le quedó una ligera cojera.

A los dieciséis años, dejó de asistir a la escuela y se unió a los Fulton-Rockaway Boys, una popular banda de adolescentes de Brooklyn que solía robar automóviles. Acompañado por sus inseparables hermanos Peter y Richard, John conoció a dos jóvenes ladrones con los que trabaría una larga amistad: Angelo Ruggiero y Wilfred “Willie Boy” Johnson. Entre 1956 y 1960 fue arrestado cinco veces por hurtos menores, pero los cargos siempre acababan siendo revocados o reducidos.

Integración en la mafia

En 1960, el italoestadounidense, de 20 años, conoció a Victoria DiGiorgio, una chica de 19 años con la que se casó el 6 de marzo de 1962, casi un año después del nacimiento de su primera hija, Angela. El matrimonio fue tormentoso, con varios amagos de separación, pero pese a ello la pareja siguió adelante y tuvo dos hijos más: Victoria y John A., también conocido como Junior.

Durante esa época y alentado por su esposa, que era contraria a las actividades deshonestas de su marido, Gotti empezó a trabajar en una fábrica de abrigos, pero al poco tiempo volvió a las andadas. En 1963 fue encarcelado por primera vez y pasó veinte días en la prisión junto a Salvatore Ruggiero tras ser sorprendidos con un coche robado.

En 1966 Gotti entró en la Mafia, encabezada entonces por Carmine y Daniel Fatico. Operaban desde un local, el Bergin Hunt and Fish Club, en el barrio de Queens, para uno de los jefes de la familia Gambino, Aniello Dellacroce. La verdadera carrera criminal de Gotti empezó entonces, prosperó y la familia se mudó a un apartamento más lujoso en Brooklyn, donde tuvieron un cuarto hijo, Frank. Los Gambino lo reclutaron como matón y poco después le confiaron el saqueo sistemático de los materiales utilizados en la construcción del aeropuerto John Fitzgerald Kennedy, hasta que fue descubierto y condenado a tres años de cárcel en Lewisburg.

Con 45 años, Gotti se convirtió en el capo de la banda de Bergin y, con Dellacroce en la cárcel, empezó a visitar con frecuencia a Carlo Gambino, “Don Carlo”, a quien se dirigía con sumo respeto. En 1975, John Joseph fue condenado a cuatro años de prisión por robo, y durante los dos años que pasó en la cárcel de Green Haven asistió a clases de cultura italiana e hizo mucha gimnasia. De nuevo en la calle, tuvo que hacer frente a la muerte de Carlo Gambino y al ascenso de Paul Castellano, quien entonces controlaba la situación.2

Capo de los Gambino

El crimen del asesino del sobrino del jefe de la familia, Carlo Gambino, le había granjeado el respeto en la organización y le colocaba en posición de sucederlo pero, una vez cumplidos los cuatro años de prisión, se encontró con que Paul Castellano ocupaba el lugar de Gambino. Gotti decidió asesinarlo porque temía que Castellano estuviera planeando lo mismo contra él al descubrirlo traficando drogas sin su consentimiento (Castellano, al igual que Gambino, nunca aprobó el tráfico de drogas en la organización, por lo que estuvo furioso con Gotti al enterarse de sus andadas).

El asesinato de Castellano fue al más puro estilo mafioso: Un grupo acorraló a Castellano y a su conductor a la salida de un restaurante matándolos, mientras Gotti vigilaba a un par de cuadras. Minutos después Gotti y su lugarteniente, Salvatore Gravano, conocido como “Sammy Bull”, pasaron en coche para asegurarse que ambos estuvieran muertos.

John Gotti llevó las riendas de la familia Gambino entre 1985 y 1992. En 1985, los Gambino eran el clan principal de las cinco familias criminales de la ciudad con más de 300 miembros, 2000 socios e intereses en la industria textil, recolección de basuras, construcción y préstamos ilegales, dejando a un lado el tráfico de drogas en Staten Island apenas tomó el control.

El ascenso de Gotti, sin embargo, supuso el inicio de la debacle para la Familia Gambino con su consecuente pérdida de poder y dinero, debido a que la figura elegante y llamativa del nuevo jefe atraía demasiado a la prensa, también las investigaciones judiciales del FBI estaban encima de él (según expertos de la mafia, este proceder de Gotti fue su protección contra un posible atentado de parte de La Comisión por el asesinato, sin autorización de esta, de Paul Castellano).

No obstante, figurando oficialmente como representante de ventas de artículos de fontanería, Gotti pudo durante bastante tiempo dirigir la familia mafiosa más importante de Nueva York sin que la justicia pudiera atraparlo, y salía frecuentemente ante la prensa y la televisión como el paradigma del mafioso impune y escurridizo, lo que le valió el alias de «don Teflón». Gotti se libró de tres acusaciones durante su reinado en la mafia: Un automovilista al que atacó se negó a identificarlo, sobornó a dos miembros de jurados en dos procesos contra él por asesinato y, más adelante, del asesinato de un vecino que había atropellado al hijo de John Gotti donde se pudo documentar, tiempo después, la implicación del gánster Charles Carneglia y seis hombres más en esta muerte ordenada por Gotti.

Prisión y muerte del último padrino

En 1990 fue detenido, junto a Sammy Bull, por el FBI gracias a grabaciones mediante micrófonos ocultos, pero el golpe definitivo llegó cuando Sammy Bull se convirtió en testigo del gobierno y respaldó las acusaciones sobre su anterior jefe. Las grabaciones de Gotti revelaban a un personaje muy en la línea de la imagen cinematográfica de la Cosa Nostra: Egocéntrico, vestido con carísimos trajes, amigo de dar largas oratorias sobre la lealtad y la traición, y justificando uno de sus múltiples asesinatos al decir que la víctima “no vino cuando lo llamé”.

El juicio se celebró bajo grandes medidas de seguridad, donde el jurado permaneció anónimo y ni el mismo juez conocía la identidad de sus miembros. Finalmente, fue condenado a cadena perpetua por 14 delitos de asesinato, evasión de impuestos y extorsión. Siguió dirigiendo la familia desde la cárcel a través de su hijo John Junior, hasta que este se entregó a las autoridades y confesó varios delitos de extorsión, juego ilegal y fraude, siendo sentenciado a seis años de prisión.

Gotti murió a los 61 años de edad en un hospital penitenciario, adonde había sido trasladado desde la cárcel de alta seguridad de MarionIllinois, debido a un cáncer de garganta.

John Gotti fue sin duda uno de los casos más mediáticos del mundo de la mafia. Su carisma, elegancia al vestir y don de gentes le convirtieron en un ídolo dentro y fuera del crimen organizado estadounidense, un mito alabado por miles de seguidores dentro y fuera del país.

Conocido como «don apuesto», por la elegancia con que vestía trajes de 2000 dólares, obra de las manos y la tijera de Brioni; y «don Teflón», por su endiablada facilidad (ayudado por una legión de abogados) para salirse con la suya de los tribunales de justicia; y temido por su firmeza a la hora de asesinar a los que le «molestaban», John Gotti fue el último «gran capo» mafioso estadounidense.

Llegó a la cima del crimen organizado en Estados Unidos al estilo de los grandes capos, con capacidad de maquinación y falta de escrúpulos a la hora de derramar sangre ajena, tal cual como Francis Ford Coppola retrató en la saga de El padrino. De hecho, a Gotti no le desagradaba que le compararan con el mítico Al Capone, pero Gotti era de otra época y su fama y poder nunca volaron tan alto como los del rey del hampa de Chicago.

Familia criminal Gambino

La familia criminal Gambino es una de las Cinco Familias que controlan las actividades del crimen organizado en la ciudad de Nueva YorkEstados Unidos, dentro del fenómeno nacional colectivo conocido como la mafia (o Cosa Nostra). Con sede en Nueva York, la Familia criminal Gambino es la segunda más grande e influyente de la ciudad, sólo superada por la Familia criminal Genovese. Durante más de 30 años, entre comienzos de los 60´s y mediados de los 90´s, fue la familia criminal más poderosa de Nueva York, tanto así que los capos de los Gambino fueron jefes de La Comisión durante ese lapso de tiempo. Sus actividades ilícitas incluyen el chantaje, juegos de azarusuraextorsiónsicarios, vertidos tóxicos ilegales, construcción, corrupciónfalsificación, secuestro, blanqueo de dinero y asesinato.

Mafiosos de la familia