
Fue liberado tras canje de prisioneros entre Venezuela y EEUU
La liberación de Dahud Hanid Ortiz, un ciudadano estadounidense de origen venezolano condenado a 30 años de prisión por el asesinato de tres personas en Madrid, ha provocado una ola de indignación en España, luego de que se confirmara su inclusión en un canje de prisioneros entre Venezuela y Estados Unidos.
Ortiz, exmarine del Ejército de EE.UU., nació en Venezuela pero emigró joven a Estados Unidos, donde obtuvo la nacionalidad estadounidense y desarrolló una carrera militar. Posteriormente, se estableció en Alemania con su esposa. Fue allí donde comenzó a sospechar que su pareja mantenía una relación con un abogado dominicano radicado en España, Víctor Joel Salas. Esta obsesión lo llevó a planear un viaje a Madrid con el objetivo de vengarse.
En 2016, Dahud Hanid Ortiz voló desde Alemania hacia Madrid con un propósito homicida. El 17 de octubre irrumpió en el despacho jurídico de Salas en el barrio de Chamberí, pero al no encontrarlo, descargó su furia contra quienes se encontraban en el lugar: dos trabajadoras cubanas y un cliente ecuatoriano, a quienes asesinó a sangre fría antes de incendiar el lugar y huir del país. Las víctimas murieron calcinadas y su caso conmocionó a la sociedad madrileña.

Durante más de dos años logró evadir a la justicia, hasta que fue detenido en Venezuela en 2018. En 2020 fue extraditado a España, donde fue procesado y finalmente condenado en 2024 a la pena máxima de 30 años de prisión por triple asesinato con alevosía e incendio premeditado.
Sin embargo, poco después de su condena, España autorizó su traslado nuevamente a Venezuela para el cumplimiento de la pena en su país de origen, en virtud de acuerdos de cooperación judicial. Esa decisión, que pasó casi desapercibida en su momento, sentó las bases para su posterior inclusión en un polémico canje de reclusos.
El pasado viernes, Ortiz llegó a Texas como hombre libre, tras ser uno de los 10 ciudadanos estadounidenses excarcelados por el régimen de Nicolás Maduro en un intercambio negociado directamente con Estados Unidos, con la mediación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. A cambio, El Salvador deportó a Venezuela a 252 venezolanos calificados como “presos políticos”.
La liberación ha provocado indignación en las familias de las víctimas y sectores judiciales españoles. El abogado Víctor Joel Salas, blanco original del ataque, quien no se encontraba en su oficina ese día, declaró:
“Han liberado a un asesino convicto de tres personas, ya sea por ignorancia o por mediocridad. España no ha hecho absolutamente nada para impedirlo”.
Un portavoz de los familiares calificó la noticia como “un día triste para la democracia española”, advirtiendo que “el mensaje que se lanza es devastador: aquí se puede matar y quedar libre en dos años y medio”.
Mientras tanto, Nicolás Maduro agradeció públicamente a Zapatero por su “valerosa mediación”, y el secretario de Estado estadounidense, Marcos Rubio, celebró el retorno de los 10 liberados, afirmando que “todos los estadounidenses detenidos injustamente en Venezuela ahora están libres”.
No obstante, la inclusión de un asesino múltiple en una lista de “presos injustamente detenidos” ha sido objeto de fuertes críticas tanto en Washington como en Bruselas. Varios juristas y legisladores han advertido que este tipo de intercambios podría socavar la credibilidad de los sistemas judiciales y abrir un precedente de impunidad preocupante.
Hasta el momento, ni la Fiscalía General del Estado ni el Ministerio de Justicia de España han ofrecido una postura oficial sobre la excarcelación de Ortiz ni sobre las circunstancias de su traslado de vuelta a Venezuela, que lo habilitó para ser liberado apenas meses después de haber sido sentenciado.