
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó que a su país “le encantaría contar” con la presencia de tropas estadounidenses para enfrentar la creciente violencia de las pandillas. La declaración llega días después de que su gobierno decretara un nuevo estado de excepción en seis provincias del país, por dos meses.
En una entrevista con CNN, Noboa aclaró que las tropas de Estados Unidos no patrullarían las calles, sino que darían apoyo logístico y operativo a las fuerzas ecuatorianas. “Nos gustaría cooperar con las fuerzas estadounidenses, especialmente en el seguimiento de operaciones ilegales que salen desde Ecuador. Pero el control estará en manos de nuestros militares y policía”, explicó.
Según Noboa, ya existen planes y conversaciones con autoridades de EE.UU. para coordinar una estrategia conjunta contra el crimen organizado, aunque todo se definirá tras las elecciones presidenciales anticipadas. “Solo necesitamos otra reunión, ahora como presidente electo, para consolidar el acuerdo”, dijo.
Consultado por su relación con el expresidente Donald Trump, Noboa negó cualquier comparación con la política de Nayib Bukele en El Salvador. “Son realidades distintas. Ambos nos respetamos y apoyamos, pero cada país enfrenta problemas únicos”, dijo.

Noboa confirmó que ha invitado tanto a Trump como a Bukele a su ceremonia de investidura el próximo 24 de mayo en Quito.
El gobierno ecuatoriano lleva meses pidiendo asistencia internacional para combatir a las bandas criminales, y ha calificado la situación como una “guerra transnacional”. Como parte de esa estrategia, Ecuador construye una nueva instalación naval en Manta, con la expectativa de que eventualmente pueda ser utilizada por tropas de EE.UU.
La ciudad de Manta ya albergó una base militar estadounidense entre 1999 y 2009, usada para operaciones antidrogas en el Pacífico. Su cierre fue ordenado por el expresidente Rafael Correa, por razones de soberanía nacional. Retomar esa cooperación marcaría un cambio importante en la política de defensa exterior de Ecuador.
El contexto de seguridad es grave: los homicidios en Ecuador aumentaron un 574 % entre 2019 y 2023, con una tasa que pasó de 7 a más de 47 por cada 100.000 habitantes, según el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado. Dos bandas, Los Choneros y Los Lobos, se han aliado con narcotraficantes de Colombia, México y Albania, peleando por el control del territorio y las rutas del narcotráfico.