
Según Rodríguez, la empresa envió varios camiones para apoyar los esfuerzos de rescate en la capital, pero debido a que los conductores no estaban familiarizados con las rutas de la ciudad, se les permitió descargar los escombros en un solar habitual para el depósito de materiales de construcción en Santiago.
“No hicimos nada oculto. Fuimos a ayudar en la tragedia. Los choferes no sabían dónde dejar los escombros en la capital, por lo que se les autorizó a traerlos aquí”, explicó Rodríguez.

Sin embargo, la situación generó preocupación entre los residentes del barrio Circunvalación Norte en Santiago Oeste.
Vecinos del área fueron sorprendidos al ver cómo los camiones descargaban fragmentos de concreto, algunos de los cuales, según afirmaron, mostraban manchas que podrían estar relacionadas con las víctimas de la tragedia en Jet Set.

“Nos preguntamos por qué esos pedazos de concreto, que parecen estar manchados de sangre, han sido traídos aquí”, manifestó un residente, quien prefirió permanecer en el anonimato.
Este hecho no pasó desapercibido para las autoridades. Leonardo Reyes Madera, director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONSVIE), confirmó que los escombros depositados en Santiago efectivamente correspondían al techo de la discoteca Jet Set.

Aunque aclaró que el traslado fue realizado irregularmente por un solo camión, cuyo conductor pertenece a una empresa de Santiago, Reyes Madera subrayó que la decisión fue tomada por el chofer de manera irresponsable, al intentar evitar la fila en la capital.
El caso ha generado un creciente debate sobre la gestión de los escombros y el manejo de la tragedia, que ha dejado hasta el momento más de 221 personas fallecidas.

Las autoridades se han comprometido a investigar el incidente y esclarecer las circunstancias que rodearon el traslado no autorizado de estos materiales.