15 de julio de 2025

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New York se prepara para enfrentar el golpe por recortes federales de la “Ley hermosa” de Trump

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Hace unos días el presidente Donald Trump celebró por todo lo alto uno de sus mayores logros desde que asumió de nuevo la Casa Blanca: el Congreso le aprobó la llamada “Ley hermosa”, que promueve millonarios recortes a programas vitales, como el Medicaid y el plan de cupones de alimentos SNAP, entre otras cosas, lo que en unos meses hará que los neoyorquinos comiencen a sentir los devastadores efectos en carne propia.

Aproximadamente 1.2 millones de neoyorquinos podrían quedar sin Medicaid, según ha manifestado la gobernadora Kathy Hochul y 224,000 adicionales inscritas en el programa estatal independiente Plan Esencial, muchos de ellos solicitantes de asilo, podrían quedarse sin atención médica.

Además, los efectos de la nueva ley le costarían al Estado y a sus hospitales unos $13,500 millones al año en pérdida de fondos y gastos adicionales, con por lo menos 11 centros clínicos en riesgo de borrarse del mapa. Ahora Nueva York deberá encarar un déficit de $13,000 millones en fondos federales para atención médica, lo que sobrecarga aún más el sistema.

Y ante el preocupante panorama, que según críticos de la movida del mandatario y los legisladores republicanos, llevará a que en todos los rincones de la Gran Manzana millones de familias de bajos recursos e ingresos medios, buena parte de ellos latinos e inmigrantes, pasen “las verdes y las maduras”, la gran interrogante es ¿qué harán las autoridades estatales y municipales para hacer contrapeso en medio de la tormenta que se avecina?, pues definitivamente tendrán que afrontar las consecuencias solos para evitar caer en el despeñadero.

El saliente presidente del condado de Manhattan, Mark Levine, destacó que la Legislatura municipal promueve un par de iniciativas que podrán ayudar a que el barco se mantenga a flote en los cinco condados ante el impacto del serrucho federal y que hará contrapeso.

“Inversiones en los programas de cuidado y educación de la primera infancia brindarán a los bebés y niños pequeños que califiquen acceso a cuidado infantil gratuito, fondos para educación especial preescolar y apoyo para un programa piloto de ingresos garantizados, así como $220 millones adicionales para vales de cuidado infantil“, aseguró el líder demócrata de la Ciudad de Nueva York, quien mencionó la urgencia de que no se quiten fondos a la educación ni a ayuda legal a inquilinos.

“Financiamiento para las escuelas públicas para ayudar a garantizar que cumplamos con los mandatos de tamaño de clase, así como fondos para la contratación de docentes, la educación artística, la justicia restaurativa y los currículos inclusivos, lo que ayudará a los estudiantes a tener éxito tanto dentro como fuera del aula”, dijo el candidato a Contralor Municipal, cargo que supervisa el manejo de los fondos de la Ciudad. “Expansión del servicio bibliotecario con un aumento de $17 millones para bibliotecas públicas.

Y compromiso para expandir los servicios legales con $15.6 millones para ayudar a mantener los servicios legales del Derecho a Asesoría Jurídica para inquilinos que enfrentan un desalojo y $74.7 millones para apoyo legal para inmigrantes”.

Levine arremetió contra la ley de presupuesto del presidente Trump, a la que califica como “un golpe devastador a los trabajadores neoyorquinos” por recortar fondos a servicios esenciales “para financiar exenciones fiscales para los ricos”, y teme que hasta 800,000 neoyorquinos de la ciudad pierdan su cobertura médica y destacó que es incierto que pasará con la asistencia alimentaria para 1.8 millones de residentes de los cinco condados y el fin al alivio de la deuda de préstamos estudiantiles.

Levine mencionó que cuando esté manejando las riendas de la Contraloría Municipal, como medida de prevención, trabajará para que haya reservas financieras sólidas para proteger los programas que están en riesgo.

Y desde la jefatura de la Ciudad, de cara a lo que se viene, el alcalde Eric Adams dejó ver que todavía están en etapa de evaluación de la ley para poder decidir cuáles serán los pasos a seguir, pero dejó ver que la retirada de fondos para planes como Medicaid hará que muchos lo sientan. El golpe viene y se sentirá.

Eso va a doler. Va a doler. El dolor es el dolor. Este es un programa financiado por el Estado que estamos implementando. Estamos decepcionados con el proyecto de ley, no sé de cuántas maneras podemos expresarlo. Estamos decepcionados y, creo que, lo que a menudo… lo digo una y otra vez, hay legisladores federales, yo soy legislador municipal”, dijo el burgomaestre, al tiempo que pidió acciones de ayuda desde Washington.

“Yo puedo verbalizar mi decepción, pero los legisladores federales pueden tomar medidas. Y creo que es imperativo que empecemos a preguntarles a nuestros legisladores federales. Llevo sobre mis hombros el peso de una ciudad de 8.5 millones de personas y los estoy ayudando a superar las crisis que enfrentamos”, dijo Adams. “Pero Eric no es la solución definitiva para todo el país. Hay legisladores federales. Yo trato con la Ciudad y los legisladores federales tratan con nuestros organismos federales. Por eso, estamos decepcionados con este proyecto de ley y no sé cómo ser más claro al respecto”.

Desde la Gobernación del Estado, donde además de las denuncias del impacto que tendrá la nueva ley en servicios de salud y alimentación, han denunciado que los costos mensuales promedio de los seguros de salud podrían aumentar en más de $228, es decir un 38% para una pareja, debido a la eliminación de los créditos fiscales mejorados, aseguraron que siguen revisando minuciosamente la nueva normativa.

“Si bien seguimos evaluando el impacto del proyecto de ley, este contiene cambios de costos sin precedentes que ningún estado puede compensar”, aseguró Nicolette Simmonds, vocera de la Gobernación, dando un parte preocupante, pues hagan lo que hagan, miles de neoyorquinos sufrirán los efectos.

Además, se estima que entre 65,000 y 80,000 neoyorquinos, aproximadamente un tercio de los afiliados, podrían perder la cobertura del Mercado de Seguros Individual y 65,000 trabajos se perderán en hospitales y centros de salud comunitarios que sirven a neoyorquinos de bajos ingresos.

El liderazgo del Concejo Municipal también mostró su decepción por el alcance que tendrá en la Gran Manzana la “Ley hermosa” de Trump, cuyos efectos empezarán a sentirse de manera directa a partir del próximo año y aseguraron que anticipándose a lo que se veía venir, dentro del presupuesto de la Ciudad destinaron más recursos en áreas que se verán atacadas por los planes de Washington.

“Mientras Trump y sus aliados están devastando el Medicaid, SNAP y otros programas de los que dependen millones de estadounidenses y violando derechos constitucionales, el Concejo Municipal trabaja para proteger a nuestros neoyorquinos más vulnerables”, dijo un portavoz del organismo legislativo de la Gran Manzana.

Con el presupuesto municipal recientemente aprobado, estamos triplicando la financiación de los servicios legales de inmigración y restaurando el acceso a la línea directa 988 para casos de suicidio y crisis, así como a la atención de afirmación de género”, mencionó el representante del Concejo. “Además, estamos invirtiendo más en asistencia alimentaria y apoyo para que los neoyorquinos puedan gestionar y mantener su cobertura médica. Este Concejo seguirá priorizando el éxito de los neoyorquinos y oponiéndose a la agenda de Trump que ataca a las familias trabajadoras”.

A pesar de las movidas que desde la Ciudad ya se realizaron para evitar que la feroz lluvia que se ve en el horizonte impacte con la fuerza que viene, aun no se sabe a ciencia cierta en materia de números cuál será el resultado final y qué tipo de ajustes promoverá Nueva York desde el estado y la Ciudad para intentar que los programas que sufrirán los peores golpes no se vayan por el barranco.

Murad Awawdeh, presidente y director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC) también vaticinó un panorama desolador para millones de neoyorquinos si las autoridades federales, estatales y municipales no hacen lo necesario para evitar las “consecuencias devastadoras” que trabajadores y familias neoyorquinas tendrán que enfrentar. Eso sin mencionar el efecto de la inversión de más de $150,000 millones de dólares en la aplicación de la ley migratoria, incluyendo casi 30,000 millones de dólares al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para la detención y deportación de inmigrantes.

Este presupuesto prioriza a los ricos y la agenda de deportación masiva de Trump a expensas de las necesidades reales de todos los que consideran a Estados Unidos su hogar. Diecisiete millones de personas podrían perder el acceso a la atención médica, programas críticos de la red de seguridad social enfrentarán recortes devastadores y el dinero de los contribuyentes se desviará a un sistema diseñado para deshumanizar a los inmigrantes”, dijo el defensor de los inmigrantes.

“Más de tres millones de neoyorquinos adultos perderán su cobertura de Medicaid. Más de 125,000 niños, solo en Nueva York, podrían perder el Crédito Tributario por Hijos simplemente porque sus padres son inmigrantes. Estos recortes a la red de seguridad social estadounidense son la forma en que la administración Trump financiará su agenda antiinmigrante de $150 mil millones para más agentes de inmigración enmascarados, secuestros diarios de nuestros vecinos y vuelos ilegales de inmigrantes a terceros países no relacionados”, dijo Awawdeh, quien instó a los líderes neoyorquinos a tomar acciones.

“Rechazamos este presupuesto inhumano e instamos al Congreso a revertir el rumbo y luchar por un país donde todas las familias tengan oportunidades y acceso al Sueño americano”, agregó.

En las calles neoyorquinas, residentes de carne y hueso como Alejandro Arcila, quien actualmente está esperando que avance el proceso de su caso de asilo, y quien recibe seguro de salud gratuito y apoyo en la educación de sus dos hijos recién llegados, el temor a lo que se avecina es evidente.

El padre colombiano, quien padece una condición de salud crónica, teme que por no tener un estatus migratorio definido le retiren su plan de salud, lo que le agregaría mayor angustia a su vida actual en la Gran Manzana.

“Muchos solicitantes de asilo y personas sin papeles como yo estamos muy nerviosos con lo que pueda pasar, porque con lo que trabajamos apenas nos alcanza para pagar la renta, el transporte, los servicios y la comida, pero sin nos quitaran la salud, a gente que como yo que estoy en un tratamiento costoso tuviera que asumir esos gastos, nos mandaría directo al sufrimiento”, comento el inmigrante, quien llegó a Nueva York en 2022.

“Yo nunca fui un mantenido por el gobierno ni quisiera serlo. Pero de corazón le pido a los gobernantes de Nueva York que desde ya hagan las inversiones que tienen que hacerse para que no me quiten mi seguro de Affinity by Molina que tengo, y que se ha vuelto mi principal tesoro”, comentó el neoyorquino latino. “Esta Ciudad y este Estado son millonarios y aunque hay muchas necesidades por cubrir, espero que los líderes ya estén trabajando en planes específicos para que Trump no nos aniquile y podamos seguir llamando a Nueva York nuestro hogar”.