
El papa León XIV recibió este domingo el palio y el Anillo del Pescador, los principales símbolos del poder pontificio, durante la misa de inicio de su ministerio en la Plaza de San Pedro, ante miles de fieles y autoridades de todo el mundo.
Visiblemente emocionado, el nuevo pontífice se conmovió en el momento en que el cardenal filipino Luis Antonio Tagle le colocó el anillo en la mano derecha y pronunció en latín: “Hoy, tú sucedes al beato apóstol Pedro”. León XIV miró su mano unos segundos, casi al borde de las lágrimas, mientras la plaza estallaba en un aplauso multitudinario.
El papa, elegido el pasado 8 de mayo tras el fallecimiento de Francisco, queda oficialmente investido con la entrega de estos dos objetos cargados de simbolismo. El palio, que recibió primero, es una estola de lana blanca con seis cruces negras, que representa el peso del rebaño sobre los hombros del pastor. Lleva también tres agujas que simbolizan los clavos de la cruz.
Luego recibió el Anillo del Pescador, de oro, con la imagen de San Pedro con las llaves y la red, y en su interior la inscripción “Leo XIV” junto con su escudo papal.
Antes del acto central, el papa saludó a los fieles en el papamóvil y rezó en el lugar donde, según la tradición, fue enterrado el apóstol Pedro, bajo el gran baldaquino de la basílica vaticana. Allí también fueron colocados previamente el palio y el anillo que ahora lo acompañarán durante todo su pontificado.

El rito comenzó con la invocación:
“Que el Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, dé abundante inspiración y discernimiento a tu magisterio para confirmar a los hermanos en la unidad de la fe”.
La misa reflejó la universalidad de la Iglesia, con participación de figuras como el cardenal Dominique Mamberti (Europa), el presbítero Fridolin Ambongo Besungu (África) y el propio Tagle (Asia).
Promesa de obediencia en nombre de toda la Iglesia
Durante la ceremonia, 12 personas de distintas regiones y vocaciones hicieron la promesa de obediencia al nuevo papa, representando a toda la Iglesia Católica. Este rito reemplaza la antigua fórmula en la que solo los cardenales juraban obediencia.
Entre ellos estaban los cardenales Francis Leo (América del Norte), Jaime Spengler (Sudamérica) y John Ribat (Oceanía). También participaron el obispo de Callao (Perú), Luis Alberto Barrera, el presbítero Guillermo Inca Pereda, el diácono Teodoro Mandato, así como dos sacerdotes, un matrimonio, la religiosa Oonah O’Shea (presidenta de la Unión de Superioras Generales), el jesuita venezolano Arturo Sosa y dos jóvenes: Josemaría Díaz y Sheyla Cruz.

A la misa asistieron delegaciones de unos 150 países y organismos internacionales, entre ellos los reyes de España, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance.