
El Gobierno de Estados Unidos anunció este viernes sanciones contra el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, por su papel en la represión de las protestas del 11 de julio de 2021, en las que más de 1,400 personas fueron detenidas, muchas de ellas aún encarceladas.
Las medidas se dan en el marco del cuarto aniversario de las manifestaciones antigubernamentales más masivas de las últimas décadas en la isla.
El secretario de Estado Marco Rubio informó que tanto Díaz-Canel como otros “líderes clave del régimen” fueron designados bajo la Sección 7031(c) por violaciones graves de derechos humanos. Esto implica la prohibición de entrada a Estados Unidos tanto para los sancionados como para sus familias.
Entre los sancionados también están:
- Álvaro López Miera, ministro de Defensa
- Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior
Nuevas restricciones a hoteles y entidades militares
Además de las sanciones personales, EE.UU. amplió su lista de propiedades restringidas en Cuba. Se añadieron 11 hoteles y alojamientos, entre ellos el nuevo hotel “Torre K” de 42 pisos, vinculado al Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), el consorcio económico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.
Según la Casa Blanca, estas medidas buscan evitar que fondos estadounidenses lleguen a las manos del “régimen represor”.
Prohibiciones económicas y turísticas
El expresidente Donald Trump —quien regresó a la Casa Blanca en enero— ya había firmado el 30 de junio un memorando presidencial que refuerza las sanciones económicas a Cuba, incluyendo la prohibición de transacciones financieras con entidades controladas por los militares y la prohibición del turismo estadounidense en la isla.
Contexto: el legado del 11J
Las protestas del 11 de julio de 2021 estallaron en medio de una severa crisis económica, con racionamiento de alimentos, falta de medicinas y descontento por la gestión de la pandemia de COVID-19. Miles de cubanos salieron a las calles pacíficamente, pero el gobierno respondió con represión, arrestos masivos y denuncias de tortura y abuso.
“El régimen cubano respondió con violencia e injusticia, y más de 700 personas siguen detenidas”, denunció Rubio.