28 de marzo de 2024

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Los graves efectos del anabólico al que Robinson Canó arrojó positivo

El estanozolol, el fármaco anabólico al que arrojo positivo Robinson Canó, puede ayudar a atletas a evitar lesiones y rendir más, pero es fácilmente detectable en las pruebas y sus efectos secundarios tienen una alta tasa de peligro.

El doctor Milton Pinedo, presidente de la Federación Dominicana de Medicina del Deporte, explicó (en fecha 09/04/2015) que este sintético derivado de la testosterona promueve los procesos de desarrollo de masa muscular y la reconstrucción de los tejidos corporales al estimular la síntesis proteica.

“Se han descrito reacciones secundarias hasta en el 40% de los casos de los hombres y hasta en el 50% de las mujeres de atletas y usuarios de gimnasios. Los efectos secundarios más frecuentes experimentados por los hombres son acné, irritabilidad, hipertensión, insomnio, depresión y pérdida del cabello. En las mujeres, las reacciones adversas más frecuentes son virilización y acné”, indicó Pinedo a DL.

Esta fue la sustancia a la que dieron positivo Ervin Santana y Arodys Vizcaíno y el cubano Rafael Palmeiro en 2005 y el venezolano Alex Cabrera en México en 2014.

“En ambos sexos se producen daños al sistema cardiovascular y un aumento de lesiones musculares y tendinosas. El estanozolol puede ocasionar serios trastornos genitales y gonadales si se utiliza en niños o adolescentes debido a que es un anabolizante que suprime la función gonadotrópica de la pituitaria y ejerce un efecto directo sobre los testículos”, indicó Pinedo.

Además del béisbol, el atletismo y el levantamiento de pesas son otras disciplinas que atraen a usuarios de esta sustancia.

Pero Pinedo insiste en que el peligro que corren los atletas en incurrir en este uso es bastante alto.

“Cuando se utilizan en dosis muy altas se reduce la cantidad y calidad del semen en los varones produciendo, en unos pocos meses, esterilidad y disminución de la libido. Se desconoce con exactitud el tiempo requerido para recuperar la normalidad aunque se estima en cinco y seis meses después de la última dosis pero todavía a los 12 meses aparecen rastros en análisis antidopaje”, dijo el experto.