
Estados Unidos sancionó a la guerrilla étnica birmana Ejército Nacional Karen (KNA), a su líder y a los dos hijos de este por “facilitar estafas cibernéticas que perjudican a ciudadanos estadounidenses” y llevar a cabo trata y tráfico de personas.
En un comunicado divulgado el martes desde Washington, el Departamento del Tesoro estadounidense tildó de “organización criminal transnacional” al KNA, que controla una zona ubicada en la frontera entre Birmania (Myanmar) y Tailandia y la asoció con “múltiples organizaciones de estafadores cibernéticos”.
EE.UU. dijo que la guerrilla se beneficia en sus operaciones delictivas de su conexión con el Ejército birmano, que dio un golpe de Estado en 2021.
“Las víctimas estadounidenses de estafas cibernéticas como las provenientes de Birmania han perdido colectivamente miles de millones de dólares en los últimos tres años”, reza el documento.
Las sanciones al KNA, Saw Chit Thu (líder del grupo), Saw Htoo Eh Moo y Saw Chit Chity (hijos de Chit Thu) incluyen el bloqueo de sus bienes e intereses que se encuentren en Estados Unidos o en posesión o control de ciudadanos estadounidenses, así como de las entidades que sean propiedad, directa o indirecta, individual o colectivamente, en un 50 % o más, de una o más personas sancionadas.
Washington advirtió que las personas que realicen ciertas transacciones con los individuos y entidades sancionados podrían estar expuestas también a sanciones o medidas coercitivas.
“El Tesoro se compromete a utilizar todas las herramientas disponibles para desmantelar estas redes y exigir responsabilidades a quienes buscan lucrarse con estas estrategias criminales”, dicta el texto.
Los centros de estafas han proliferado en países del Sudeste Asiático como Birmania, Camboya, Laos o Filipinas, muchos de los cuales comenzaron siendo casinos ligados al blanqueo de capitales de bandas criminales que durante los confinamientos por la pandemia y pasaron al espacio digital.
Vinculados por organismos a mafias chinas, en general estafan a ciudadanos de la potencia asiática pero también de otros países con sofisticados engaños ayudados de alta tecnología e inteligencia artificial (IA), con los que los empleados son forzados a embaucar a terceros a veces mediante argucias amorosas o falsas promociones financieras.
Tailandia, Birmania y China llevaron a cabo un operativo a comienzos de año para desmantelar centros de la frontera entre los dos primeros países y liberar a miles de trabajadores, forzados a realizar estafas a terceros y torturados si no cumplen objetivos, según testimonios de exempleados y de organizaciones como la ONU.