La Policía de Miami Beach, en Florida, seguirá interviniendo contra visitantes alborotosos que no siguen las reglas para prevenir la COVID-19 y se encuentran en la ciudad como parte del llamado “Spring Break”.
La estación WTVJ reportó este miércoles que la Ciudad ha solicitado el apoyo de oficiales de otras partes cercanas a Miami para tratar de controlar los cientos de miles de visitantes, la mayoría jóvenes, que permanecen en la zona.
El periodo de vacaciones de primavera se extiende al menos hasta el 21 de marzo. Las fiestas en plena calle con exceso de alcohol, música alta y ausencia de medidas anticoronavirus como el uso de mascarillas han sido la orden de cada día.
El alcalde Dan Gelber dijo que el refuerzo de elementos de seguridad continuará principalmente en Miami Beach Entertainment District.
“Si tú tienes 50 o 100,000 que van allá y solo la mitad del 1% son ruidosos o borrachos o endrogados al punto que necesitan ser controlados, se convierte en una situación que es realmente caótica e inmanejable”, indicó Gelber en una reunión virtual de una comisión municipal a la que hace referencia la cadena NBC.
Durante el fin de semana, 150 fiesteros fueron arrestados, mientras que un sujeto murió baleado, según reportaron medios locales.
“En momentos se sintió como si la ciudad estuviera bajo un nivel de asedio simplemente por el volumen de gente que está llegando”, planteó el alcalde.
Al funcionario le preocupa que muchos de los visitantes parecen olvidar que Estados Unidos continúa en un estado de pandemia.
“Tenemos demasiada gente, demasiada gente que viene con el deseo de ponerse salvaje y nosotros tenemos el virus…realmente plantea un peligro multifacético para nosotros”, dijo a USA Today Gelber.
