Perú.- La Dominicana Yakelin Feliz Sánchez, 43 años, perdió la vida murió de tres pu-ñala-das. El feminicida sería su exenamorado, el ciudadano dominicano Roberto de Jesús Núñez, 56 años.
Según los vecinos, él la tenía amenazada porque la había encontrado con su mejor amigo en un hotel. El feminicidio ocurrió ayer en la noche, en el Jr. Loreto 136, a una cuadra de la plaza en la ciudad de Puerto Maldonado.
Según contaron los vecinos a El Comercio, cerca de las 8 de la noche, Roberto llegó a la vivienda y empezó a golpear la puerta con violencia, llamando e insultando a Yakelin. Exigía que le abriera la puerta, sin embargo, la mujer no se encontraba en lugar. Luego, los vecinos salieron a reclamarle por el escándalo y “por qué golpeaba la puerta con tanta violencia”, relató una persona a este Diario.
Ante ello, Roberto dijo que “había encontrado a su pareja con su mejor amigo en un hotel”. A continuación, los vecinos le recomendaron que tomara las cosas con calma, que se retire del lugar y que al día siguiente podría conversar con ella con tranquilidad, a lo que Roberto habría respondido que “si la encuentro, la mataría”, después se retiró del lugar anunciando que regresaría.
Luego, conforme narraron los vecinos, llamaron por el celular a Yakelin para alertarla que su exenamorado la estaba buscando y que habría amenazado con asesinarla. Yakelin les respondió que en ese mismo momento iría a poner la denuncia a la comisaría de Puerto Maldonado y donde además pediría protección para su vida.
Posteriormente, según los vecinos, una camioneta del serenazgo de la Municipalidad de Tambopata trajo a Yakelin a su vivienda. Allí les contó que en anteriores oportunidades la había agredido y que había puesto denuncias por agresión en la comisaria de la mujer. Luego, ingresó a su vivienda para descansar.
Momentos después, alrededor de las 10 de la noche, Roberto habría retornado a la vivienda -por situaciones que hasta ahora no se explica la policía-. Aprovechando la falta de seguridad de la víctima, habría ingresado rompiendo la seguridad de la puerta y habría sorprendido a Yakelin en la cama cuando esta descansaba. El dormitorio es un pequeño cuarto, justo para una cama. Allí la habría asesinado.
Los vecinos cuentan que solo escucharon un grito, como de alguien ahogándose. Luego vieron al sujeto salir corriendo de la vivienda por el Jr. Loreto hacia la calle 26 de Diciembre, con dirección a pueblo viejo, la antigua ciudad de Puerto Maldonado, ubicado a orillas del río Madre de Dios.
Hace un mes, Benita Solórzano Quispe, propietaria de la vivienda, había alquilado el local del Jr. Loreto 136 a Yakelin, quien abrió un restaurante al que le llamo “Restobar Los dominicanos”, donde vendía desayunos y almuerzos.
Yakelin deja una hija de 22 años, quien la apoyaba en su negocio. Según los vecinos, la hija viajó hace dos semanas a su país por temas familiares. Yakelin vivía en la ciudad de Puerto Maldonado hace más de un año, tenía otro restaurante en la Av. Dos de Mayo con la Av. Madre de Dios, pero en noviembre se trasladó a la parte central de la ciudad para tener mayor clientela. Ya había pagado por adelantado un mes de alquiler y no tenía inconveniente con la propietaria del local, en el negocio le iba bien, contaron los vecinos a este Diario.
El exenamorado siempre la visitaba, pero no tenían una relación de pareja. Según contó Yakelin a sus vecinos,ya no eran enamorados desde marzo del 2019.
El 16 de abril de ese año, Yaquelin y su hija tuvieron una audiencia para garantías personales en contra de Roberto, a fin de que lleguen a una solución armoniosa, se lee en la nota de la citación de solicitud de garantías personales de la prefectura.
Por esas mismas fechasu, la mujer había puesto una denuncia por agresiones físicas en la comisaria de la familia. En esa oportunidad, Roberto ya había sido detenido en un calabozo, confirmo la policía, que realizan las investigaciones
Según reportes periodísticos, desde el 2011, miles de ciudadanos haitianos, entre senegaleses y también dominicanos han pasado por la ciudad de Puerto Maldonado para buscar trabajo en Brasil.
Algunos de ellos, como es el caso de Yakelyn, se quedaron en la región de Madre de Dios para poner sus negocios y otros para trabajar en la minería, la tala de la madera y trabajos agrícolas. Por: Manuel Calloquispe Flores / elcomercio
